El adolescente acusado del asesinato de Leticia Rosino Andrés por la Fiscalía de Menores creció en una ambiente familiar violento, soportando palizas continuas de su padre, quien fue el primer sospechoso del crimen, conocido como "El Pastor" y "El Fostrón" en Castrogonzalo y su entorno. En el pueblo se conoce de sobra el carácter violento de este hombre de 60 años, que se vio condenado por violación siendo joven, aunque sus antecedentes penales no computen por los 38 años transcurridos desde aquella agresión. De su talante agresivo dan fe, sin atreverse a realizar declaraciones públicas, sus conocidos, quienes describen a un joven ya conflictivo, que coqueteaba con las drogas y el alcohol, adicción esta última que todavía hoy parece ser que no ha superado. La convivencia en la casa de "El Pastor", de iniciales J.A.A.C. no ha sido fácil para los dos hijos de su última pareja, el acusado del asesinato de Leticia Rosino Andrés, y de su hermano de 17 años, contra quienes no ha dudado en cargar su ira en presencia de vecinos, según apuntan algunas fuentes a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. De hecho, su primera pareja le abandonó con las dos hijas que tenían en común, lo mismo que la madre de estos dos adolescentes. El menor detenido por la Guardia Civil, que confesó haber matado a golpes a la joven de 33 años que trabajaba en Lácteas Cobreros, en Castrogonzalo, habría sido una víctima de malos tratos por parte de su padre, si bien no consta ninguna denuncia.