María necesita ropa de niño de 8 años. Eva una mochila escolar para su sobrino. Y Lucía un cancán de comunión para una amiga. Sus nombres son ficticios, pero sus necesidades no. Fruto de la compleja coyuntura económica de muchos zamoranos, en 2014 las amigas Noelia Ruiz y María Tascón decidieron crear en Zamora el grupo de Facebook "No lo tires: regala, intercambia". Cuatro años después, el colectivo cuenta con más de 2.500 miembros aunque, por suerte, el nivel de interacción entre sus usuarios ha mermado.

Pese a que la idea nació en 2014, el hecho de donar no era nuevo para sus fundadoras. Sin embargo, ambas veían con recelo que los artículos entregados de forma altruista a otras instituciones acabasen convirtiéndose en moneda de cambio. "Veíamos que lo que nosotras donábamos acababa en venta y no queríamos eso", explica Noelia, una de las administradoras contrarias al fin lucrativo de estas entidades.

Se define con orgullo como ama de casa, trabajadora cuando le "sale algo", y está encantada de ser una de las autoras de la iniciativa. "Veíamos que había necesidad, la gente acudía a pedir a otros grupos más genéricos de Zamora y a raíz de ahí surgió este", cuenta.

Como ella mismo dice, la "ropita" para niños pequeños es lo más demandado. Y la mujer desempleada y con hijos, el perfil más común entre los solicitantes. Un grupo de seis personas gestiona las demandas y las "ofertas" (sin dinero de por medio). El mecanismo es sencillo. Si alguien tiene algo que no usa, lo propone como regalo, como una camisa, libros de segunda mano o incluso un pez de agua caliente que ya no entra en la pecera. Si alguien lo quiere, basta con teclear "me interesa" en la publicación. Si por el contrario, alguien está buscando algo en particular, solo hace falta especificarlo, como un diccionario de latín o una sillita de bebé para el coche.

Eso sí, la donación de comida no está permitida así como cualquier tipo de venta o falta de respeto. Todas las normas están recogidas en el reglamento del grupo. Pese a la buena voluntad de esta práctica de economía colaborativa, siempre hay quien intenta sacar tajada de la situación, tal y como reconoce Noelia, quien ya ha lidiado en alguna disputa. No obstante, al margen de estos casos aislados, el contacto casi diario (al menos a través de Facebook) ha generado estrechos lazos de amistad entre sus miembros: "Entre todos los que donamos y recibimos formamos una gran familia", asiente destacando también la implicación de la ONG Acción Norte. La oenegé colabora con el colectivo sobre todo en invierno con la donación de mantas así como en fechas especiales como Navidad con la concesión de juguetes infantiles.

En función de la necesidad, las quedadas se organizan de forma quincenal o mensual bajo los soportales de los edificios situados frente a la "zona de los institutos", en la avenida de Requejo. "Así, cuando llueve estamos a cubierto", apostilla con una sonrisa. Acuden cargados con bolsas y carritos de la compra y allí se intercambian los productos en un trueque solidario en el que muchos de los asistentes acuden sencillamente para dar sin esperar nada a cambio en un gesto tan admirable como inusual.