El hallazgo del cadáver de la vecina de Castrogonzalo, Leticia Rosino, produjo una enorme consternación no sólo en el pueblo de Castrogonzalo, donde la víctima vivía, sino también en Benavente donde tiene lazos familiares su novio, y tenía amigos y conocidos de la comarca que no han dejado de manifestar su estupor por lo sucedido en el pueblo vecino. Aunque a primera hora de la mañana no había rastro de la vecindad de Castrogonzalo por el casco urbano, grupos de vecinas fueron saliendo a la calle para mostrar su indignación con los sucedido. La indignación se fue acrecentando cuando la Guardia civil, sobre las once y media de la mañana, acordonó la calle Larga al paso de los transeúntes y procedió al registro de una vivienda en la calle Río. "La del pastor", comentaron familiares directos de este vecino del que "es mejor no remover el pasado", explicaron. El cerco de seguridad se fue haciendo mayor ante la expectación de vecinos y medios de comunicación.

La vivienda que estaban registrando era la del principal sospechoso de haber acabado con la vida de la joven Leticia. Y fueron relatando datos de la vida en el pueblo de este hombre, que "ya hace años tuvo problemas con una mujer de Santa Cristina, que le denunció por una agresión sexual y estuvo dos años en la cárcel". Nacido y criado en Castrogonzalo, se casó con una mujer con la que tuvo dos hijas que se trasladaron con su madre a Bilbao, una vez que la pareja se separó. Con otra relación tuvo otros dos hijos, los dos adolescentes con los que vivía y precisamente ayer dos mujeres aseguraban ser las hermanas del menor que estuvo presente en la reconstrucción de los hechos sobre las ocho de la tarde.

Tras recoger varias pruebas del domicilio del sospechoso, se procedió a su detención en ese mismo lugar y continuó otro registro en una nave que este hombre tenía en las inmediaciones de la vivienda de la víctima.

Los vecinos decían no creer lo que estaba sucediendo y se lamentaban de "la que ha liado", "cómo ha podido matar a una chica que era tan maja y que no tenía una palabra mala para nadie".

Tras ese registro, el detenido fue trasladado hasta el cuartel de la Guardia Civil de Benavente donde siguió la expectación.