Castrogonzalo despertó ayer consternado. La muerte de la joven Leticia Rosino Andrés, de 33 años, vecina de la localidad rompió ayer el sosiego de este pueblo de unos 500 habitantes que no pasaban a creer lo sucedido "en apenas unas horas", señalaban. Y es que fue en la tarde del jueves cuando Leticia salió de su casa para dar un paseo por la vereda del río, tal y como hacía habitualmente, según relataron algunos conocidos del pueblo. La familia de Leticia alertó de su posible desaparición al anochecer tras no tener noticias de ella, aunque "nunca desconectaba el teléfono y siempre estaba en permanente contacto con su novio, mi hijo", aseveraba, presa del dolor, en la madrugada del viernes la suegra de la víctima.

Sobre las once de la noche y tras alertar por redes sociales y grupos de whatssap de la desaparición de la vecina, un numeroso grupo de vecinos inició su búsqueda acompañado por la Guardia Civil, en plena noche. Se sumó a la búsqueda la unidad canina y, apenas dos horas después, la trágica noticia ya corría como un polvorín. Se había encontrado el cuerpo de Leticia, en las inmediaciones de la planta de transferencia de residuos, con signos de violencia.

La zona concretamente está ubicada frente a la fábrica de Prolactea y el centro de tratamiento de residuos. Un poco antes de este último, a mano derecha según se asciende, es donde apareció el cadáver de Leticia, apartado a unos 50 metros de la acera, bajo un terraplén, por detrás del terreno en el que se ubica una torre de telefonía. Precisamente, esa es la zona que la Guardia Civil acordonó a primera hora de la madrugada del viernes para facilitar la investigación y la labor del forense.

Los testigos oculares sí contaban en el lugar donde apareció la víctima que unos rastros de sangre alertaron a los miembros de las batidas que buscaban a Leticia, precisamente en ese lugar de paseo habitual para la víctima. Solo unos metros más allá aguardaba el fatal desenlace.

Mientras en la fábrica de lácteos donde la víctima trabajaba como responsable de calidad no había constancia de lo sucedido. "Uno de mis hijos trabaja con ella y no se han enterado de nada en la fábrica. Se han enterado cuando han llegado a casa y la conmoción es muy grande", explicó un vecino que se disponía ya de mañana a emprender su jornada laboral, y que no pudo seguir hablando porque se le saltaban las lágrimas por lo ocurrido.

Sobre las cuatro de la mañana se procedió al levantamiento del cadáver para su traslado al anatómico forense para la práctica de la autopsia y la zona permaneció acordonada hasta las siete y media de la tarde aproximadamente.

A primera hora de la mañana la unidad canina la unidad canina de la Guardia Civil se encontraba todavía en Castrogonzalo buscando pistas en el terreno para intentar esclarecer el homicidio de Leticia Rosino, cualquier indicio que se pudiera encontrar para esclarecer los hechos. Sobre las 11.30 llegó hasta el lugar el novio de la víctima, que según algunos conocidos aseguraron tuvo que ser atendido por equipos sanitarios en Benavente por el estado en el que se encontraba tras conocer la trágica noticia de la muerte de Leticia.

A la zona acordonada no se acercaron los vecinos ya por la mañana. La expectación se mantuvo en el casco urbano de Castrogonzalo donde fueron llegando diferentes medios de comunicación. Fueron muchas las especulaciones, pero todos mostraron su desconsuelo ante la noticia más trágica que ha sufrido este pueblo en los últimos tiempos. La familia política de Leticia permaneció en la casa de la abuela durante la mañana, en estado de shock, según comentaban. "No hay quien se pueda creer esto, quién ha podido ser, no puede ser que haya sido alguien del pueblo", "era una chica tan simpática siempre, conocemos a su familia" y los signos de dolor y emoción fueron aflorando en la vecindad al conocer la identidad de la víctima.