"¿Pero quién me mandaría a mí?". Este fue el primer pensamiento del zamorano José Rodríguez, estudiante de Ingeniería Agrícola en la Universidad de Valladolid en el Campus de la Yutera de Palencia, nada más aterrizar en la ciudad italiana de Pisa. Meses después de aquella reflexión propia del miedo a lo desconocido, el joven estudiante, residente en la capital pucelana y originario de Granja de Moreruela, no duda en afirmar que en la ciudad de la torre inclinada ha encontrado "una familia". Y eso que confiesa que eligió al azar el destino para estudiar el último Grado de su carrera. Acertó de lleno ya que asegura que está viviendo una experiencia única. "El Erasmus te cambia la vida", afirma con rotundidad.

Su pasión por el campo, "he acompañado a mi padre y a mi tío en la Granja todo lo que he podido", le llevó a estudiar Ingeniería Agrícola. "No hay mayor placer que estudiar algo con pasión", sentencia. Pero también llegó el momento de probar experiencias nuevas y de aprovechar "esta oportunidad de estudiar fuera" a pesar de los "recortes que hemos sufrido en Educación". Y en esa apuesta, sus padres fueron fundamentales para apuntarse al Erasmus. "No estaría aquí si no fuera por el esfuerzo de ellos, pero en casa consideramos que más que un gasto se trata de una inversión a largo plazo", explica el joven zamorano.

José Rodríguez destierra los tópicos y aclara que hacer un Erasmus "no eso solo ir a pasárselo bien". " Para mí", argumenta, "supone mucho más que eso". Y se explica. "Hacer un Erasmus es conocer otra manera de estudiar, aprender a convivir, ir a 40 sitios para conseguir un papel en un idioma que ni conoces. Aprendes cosas que no te enseña ninguna carrera y, por supuesto, te abre la mente". "Esto sí que es la familia que se elige", remata el granjeño.

El sistema de estudio de Pisa es diferente al de España. Allí, cuentan con el 3+2, es decir, los tres primeros años dan el grado general y en los dos últimos se especializan. Para ello, según Rodríguez, se realizan muchas más partes prácticas, al contrario que en el sistema educativo español. "Aquí estudias para aprender, no solamente para aprobar un examen", señala el estudiante de la Universidad de Valladolid, que añade que en Italia "la mayoría de los exámenes son orales, lo que implica un mayor conocimiento de la asignatura". José Rodríguez no duda en afirmar que hacer las pruebas orales "mejora nuestra capacidad de expresión" que, "por desgracia, falta bastante en España".

Por lo demás, la vida es bastante parecida a la de cualquier ciudad española. Según José Rodríguez, "Pisa tiene un nivel de vida alto, sobre todo, en materia de alquiler de pisos y hay más peajes que en España". Y curiosamente, la opinión que los españoles tenemos de los italianos es la misma que ellos tienen de nosotros "por eso, nos gusta tanto juntarnos", ratifica. Y a pesar del encanto de Italia, este joven de 22 años asegura que "no la cambio por España". Y lo razona: "No somos conscientes de la riqueza que tenemos hasta que estás fuera y somos los primeros que restamos importancia a nuestros productos". Sin ir más lejos, aclara, la gastronomía de Italia "no se puede comparar con la calidad y variedad que tenemos en España, desde el embutido el queso y el vino... echas de menos hasta el pan".

Por eso, José Rodríguez manifiesta su intención de regresar el próximo año a España para realizar un máster, y "completar mi expediente académico", e intentar, al mismo tiempo, mejorar idiomas. "Cuando viajas es cuando te das cuenta de lo importante que es poder comunicarse con otros", asevera.

Confiesa que le gustaría trabajar en España aunque es consciente de la situación económica que atraviesa nuestro país y el alto nivel de desempleo entre los jóvenes. Pero insiste: "Aunque se echa de menos a la familia, a los amigos y también tus costumbres, animo a todos aquellos que estén sopesando ir a estudiar fuera a que lo hagan porque es una experiencia única". E insiste, sin ningún género de duda: "El Erasmus te cambia la vida".