Aunque el precio de la vivienda haya caído con mucha fuerza en los últimos años, tanto por lo que refiere a compraventa como a alquileres, la emancipación es todavía hoy una quimera para muchos jóvenes zamoranos. La explicación hay que buscarla, evidentemente, en los salarios. Los empleados jóvenes no llegan, según un informe del Consejo de la Juventud de España, a un nivel de ingresos tal que les permita vivir solos sin endeudarse demasiado o sin destinar al pago de la vivienda más porcentaje del sueldo del recomendado -alrededor de un tercio-. Los expertos coinciden en señalar que destinar más de una tercera parte de los ingresos netos al pago de una hipoteca o de un alquiler puede comprometer la economía hasta el punto de que sería prácticamente imposible asumir gastos imprevistos.

Los datos del Consejo de la Juventud relativos a la provincia de Zamora sitúa el precio medio de la vivienda -de las características que busca este colectivo- en 86.390 euros. Los precios, actualizados a mediados del año pasado, acumulan una caída de más del cinco por ciento en un año, pero aún así son inasumibles para un buen número de compradores menores de treinta años, los que analiza el informe.

Con estos datos, siempre como término medio, una persona joven que decida emanciparse tiene que destinar al pago de la vivienda más del cuarenta por ciento de sus ingresos netos mensuales, un porcentaje demasiado alto como para ser viable en algunas ocasiones. Mejor situación viven los que se emancipan en pareja. Para ellos, colectivo al que el informe se refiere como "hogar joven", los ingresos sí llegan para cubrir los gastos fijos relativos a la vivienda. Destinan a ello una media del 23% de sus ingresos netos mensuales, por debajo del "límite de riesgo".

Ya en datos nacionales, el coste de acceso a la vivienda muestra una tendencia diferente en el caso del alquiler, con una subida de precios respecto al año anterior del 6,73%, y en el caso de la compra, con un descenso del 1,7% del precio. Esto hace que en el caso del alquiler, el esfuerzo que debe realizar una persona joven asalariada en solitario para pagar la renta haya aumentado un 8,82% respecto al año anterior, hasta situarse en un 58,3% de sus ingresos. En el caso de los hogares jóvenes, fruto del aumento de los ingresos, hay un leve descenso del 0,93% en el esfuerzo a realizar para pagar el alquiler de la vivienda, que alcanza ahora el 31,6%. En el caso de la opción de compra de vivienda, hay una mejora sustancial para los hogares jóvenes, que deberían dedicar un 9,68% menos de sus ingresos a afrontar el pago de las cuotas.