Con la llegada de la primavera y las primeras floraciones, la necesidad de lograr una convivencia más pacífica entre apicultores locales y trashumantes resulta ineludible. Por ello, a fin de alcanzar una coexistencia más "tranquila y ordenada" entre ambas partes, la Diputación de Zamoraconsidera prioritario que la Junta de Castilla y Leónl. La propuesta fue aprobada por unanimidad en el último Pleno de la institución provincial en el que el portavoz popular Juan Dúo defendió esta moción consensuada con los demás grupos políticos a raíz de la frecuente falta de "entendimiento" entre dos modalidades que, a su juicio, "están condenadas a entenderse".

Y es que tal y como expone el texto de la moción, la provincia cuenta actualmente con cerca de 36.000 colmenas y 700 apicultores, mayoritariamente estantes. Además, de las explotaciones existentes, alrededor de 400 son pequeños colmenares formados por 15 colmenas o incluso menos y el resto son explotaciones con objeto comercial.

Pero el conflicto se origina cuando algunos apicultores trashumantes instalan sus colmenas a menor distancia de la exigida por la Ley y tampoco informan al Ayuntamiento del municipio que corresponda de su actividad, ni por ende de su ubicación. "En estos casos los apicultores instalados sufren pérdidas en sus cosechas y colonias por varios motivos: la flora melífera no es suficiente para todas las abejas, se produce pillaje de miel de las colmenas más fuertes a débiles, se transmiten enfermedades y se alteran genéticamente las razas autóctonas", explican.

Pese a las citadas consecuencias, desde el órgano provincial también lamentan las irrisorias penas establecidas. "Actualmente se procede a sancionar estas infracciones, pero la escasa cuantía de las multas (alrededor de 200 euros), los abultados beneficios de los infractores (alrededor de 4.000 euros) y la falta de medios de los ayuntamientos, así como la inexistencia de un censo que controle las reincidencias e intencionalidades, provoca que año tras año se produzcan las mismas disputas por el territorio, que no siempre acaban bien, y que producen una sensación de total indefensión entre apicultores locales", arguyen.

Por todo ello, la Diputación insta a la Junta en primer lugar a reconocer a la agricultura como un "sector estratégico" tanto en la provincia como en la comunidad ya que, según apuntan desde la Corporación provincial, Castilla y León es la primera potencia nacional en número de explotaciones y la tercera en número de colmenas. En segundo lugar, proponen que la comunicación al Ayuntamiento correspondiente de la instalación de las colmenas se realice mediante coordenadas UTM y posteriormente estas se comuniquen a los servicios veterinarios de la Junta para que comprueben que se cumplen las distancias exigidas.

Por otra parte, urgen el aumento económico de las sanciones, en especial aquellas referidas al incumplimiento de las distancias y solicitan un control exhaustivo de colmenares abandonados. Reclaman, también, un protocolo de actuación administrativo y la legalización de todos los asentamientos para llevar a cabo un mejor control sanitario. Asimismo, piden que se traslade este acuerdo a Presidencia y Agricultura así como a todos los grupos políticos con representación en las Cortes. Y, por último, que se eleve al Gobierno de España la necesidad de aplicar la normativa de etiquetado en relación con la miel, sobre todo en aras de determinar su lugar de origen.

En este sentido, el diputado de Ciudadanos, David Carrión, mostró su acuerdo con la moción aunque consideró que sería el "momento ideal" para intentar impulsar una IGP de la miel de Zamora aprovechando la marca Reserva de la Biosfera Transfronteriza "Meseta Ibérica". "Nos consta que ya existen mesas de trabajo al respecto y nos gustaría que el tema estuviera sobre la mesa", manifestó.

Una demanda que va en sintonía con las pretensiones de las cinco asociaciones de apicultores que próximamente constituirán de forma oficial con la firma de los estatutos la federación cuyo objetivo principal reside la creación de una marca de garantía para la miel de Zamora.