"Organizo charlas con los autores porque me gusta compartir el contacto con el escritor"

"No debemos permitir que los títulos se vendan en otros lugares"

"Para mí ser librero implica aproximar los libros a la gente, no esperar a que entren"

"Se producirá un reajuste, pero los que queden subsistirán sin dificultad"

Una acaba de cerrar sus puertas hace semanas, otra anuncia en su escaparate el cese de la actividad por jubilación y, al menos, otras dos están en traspaso de un total de doce librerías existentes en Zamora. "Otras cerrarán por desesperación, por falta de perspectivas y por una pérdida de ventas brutal", sentencia el presidente de la Asociación Zamorana de Librerías, Azal, Luis González. En su opinión estos comercios en los últimos "12 años han perdido un 50% en sus ingresos y se ha incrementado sus gastos hasta un 40%, lo que dificulta su viabilidad". El responsable de la librería Semuret considera que las denominadas "librerías de fondo", aquellas que atesoran miles de títulos y que atienden a unos lectores que no quieren los best seller sino que buscan una literatura más selecta muchas veces editada por pequeños sellos, "tienen una caducidad inminente". "Las nuevas que se montan rompen con ese concepto" en favor de combinar "los libros con exposiciones o los libros y un café", ejemplifica el titular de la librería decana de Zamora.

De "angustiosa" califica la situación del sector la librera Pilar García, vinculada al gremio desde hace 50 años y con negocio propio desde hace más de una década. Por su experiencia las librerías se enfrentan a la venta por Internet que "hace daño entre los más jóvenes" que en un "click" desde un teléfono, tableta o ordenador adquieren un libro que se lo entregan en casa en dos días, "algo que también hacemos nosotros incluso al día siguiente. El servicio es el mismo y es mucho mejor hacer esa compra en una librería porque si no el negocio de los libreros se acaba y también un acceso a la cultura", enfatiza. La titular de Mil Hojas apunta también a la competencia desleal en la venta de libros escolares. "Los colegios facilitan los libros, pero perjudican enormemente a los libreros" y las grandes superficies "ofrecen unos descuentos a los que nosotros no podemos llegar". A todo ello se une la venta de novelas en espacio públicos que acogen presentaciones literarias. "Los libros tienen que venderse en las librerías y no debemos permitir que se vendan en otros lugares", subraya.

Para Miguel Núñez, unido al sector desde hace 40 años y desde hace 32 con su propio establecimiento, "en una ciudad como la nuestra se producirá un reajuste fuerte. Una vez que se estabilice el comercio que quede subsistirá con menos dificultades". Este hombre que dejará su negocio en unos meses por jubilado estima que "quizá las librerías tienen que meterse en mercados afines" como "el merchandising unido al libro" y enumera el mercado de "figuras, llaveros, libretas... que hay alrededor de "El Señor de los Anillos" o "Juego de Tronos" que están ahora muy en boga".

Una nueva línea de trabajo la desarrolla Carmela Martínez desde hace algo más de cuatro años en su librería especializada en publicaciones de "todo lo que considero que ayuda a la persona a sentirse mejor, desde terapias alternativas, autoayuda, agricultura ecológica a espiritualidad". Esta mujer regenta la única especializada de Zamora y de la región, Drial. "No sé si el futuro, pero la venta del libro cada vez es más complicada también en estas temáticas porque muchos de los autores tienen sus conferencias y charlas subidas a Internet en acceso gratuito". Esta emprendedora a mayores acoge en su librería "charlas porque me gusta la idea de poder compartir con los demás el contacto directo con el autor".

"Ser libreros es acercar los libros a la gente y no esperar a que entren en tu establecimiento", aporta María Peña que regenta la librería de San José Obrero desde hace 15 años. "Ahora vendo menos títulos de adultos y cada vez más libro infantil y juvenil, sobre todo a chicas de los 14 a los 20 años", afirma la profesional de Arial. Esta librera ha organizado una quedada en su local hoy de 11.00 a 14.00 horas porque "tenemos la suerte de que el día del Libro es festivo. Invito a que quien quieran a venir con su libro favorito, hacerse una fotografía, charlar... para celebrar el Día del Libros con los libros", puntualiza.

A mayores, muchos de los libreros de Zamora festejarán el Día del Libro mañana martes y el miércoles sacando los títulos y novedades a la puerta de sus establecimientos o bien en puestos que ubicarán en la zona centro con un 10% de descuento.

Desde hace unos días el viandante que camine por la avenida de Galicia puede contemplar a personas en el escaparate de la librería Arial. Con motivo del Día del Libro y para animar a leer, la propietaria además se situar el mensaje "Leer es poder" ha colocado una silla e invita a los lectores a sentarse unos minutos a leer y ser fotografiados, unas imágenes que luego la librera comparte en redes sociales.