Expertos de la Universidad de Valladolid están analizando los restos del obispo, Bernardo de Perigord, el primer prelado tras la restauración de la sede episcopal, cuyo pontificado transcurrió entre 1121 y 1149. El Cabildo Catedral ha remitido al centro universitario los huesos una vez que, con el visto bueno de la comisión territorial de Patrimonio, se ha abierto el lucillo donde se encontraban los restos modificados envueltos en un sudario localizados en el año 2010 gracias a la prospección endoscópica efectuada en los seis nichos, entonces cegados, situados en los muros de la Catedral de Zamora. "Se ha traslado el cadáver del obispo para, con las técnicas actuales, conocer su estudio paleontológico", confirma el delegado diocesano de Patrimonio y deán de la Catedral, José Ángel Rivera de las Heras, a lo que el fabriquero, Francisco Díez García, agrega: "El análisis está siendo muy minuciosos y no sabemos cuánto tardará".

El lucillo abierto, aunque ahora tienen una tela que lo cubre, se encuentra en la nave meridional donde se han descubierto a lo largo de estos años los nichos correspondientes al canónico Alonso García, abad del Espíritu Santo, y al alcaide Lope Rodríguez de Olivares donde se localizó y restauró un interesante relieve escultórico del a Transfiguración del Señor, que ahora puede verse en el primer templo diocesano.

A esta actuación, sufragada por el Cabildo con la recaudación lograda con la venta de entradas a la seo, se unirá en las próximas semanas las restauraciones, promovidas desde el Obispado de Zamora con el beneplácito de Patrimonio, de las maderas de las puertas que dan acceso al claustro de la Catedral, tallada en el siglo XVII con una clavazón de la época; la que facilita el acceso a la Puerta del Obispo así como el portón del Palacio Episcopal.

"Se comenzará en breve. Dependemos de la climatología porque los técnicos han recomendado que haya tiempo seco", expresa el deán que indica que la intervención durará un mes y consistirá en la retirada de la capa de pintura para aplicarle posteriormente un barniz.