Parece haber una relación, al menos estadística, entre las épocas de crisis y el número de bajas, que descienden cuando las cosas van peor en lo económico. Y de hecho los datos indican que la incapacidad temporal está repuntando ahora desde los mínimos alcanzados durante los años 2013 y 1014, en la provincia y la comunidad. Todos estos datos los tiene controlados la Consejería de Sanidad, que todos los años saca estadísticas sobre la situación del trabajador que, por causa de enfermedad o accidente, sea o no laboral, se encuentra incapacitado para el adecuado desempeño de su trabajo y recibe asistencia sanitaria con cargo a la Seguridad Social. La baja máxima es de doce meses, prorrogable otros seis, y es controlada por los servicios de Inspección.

La situación de incapacidad temporal puede generar una prestación sanitaria orientada a la recuperación del trabajador y otra económica para resarcir a este mientras se encuentre de baja laboral. En la gestión de ambas prestaciones participan el Sistema Sanitario, las inspecciones Médicas, el INSS, los servicios médicos de empresa y las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social.