Los alimentos que pueden consumir las personas con hipertensión arterial, los que están desaconsejados, los motivos por los que sube y baja la tensión, o por qué aumenta cuando las personas son mayores son las claves que dará Jesús Gallego García, profesor de la Escuela Universitaria de Enfermería de Zamora y miembro del Colegio Profesional de Enfermería, en la jornada sobre hipertensión de los Foros de Salud de La Opinión-El Correo de Zamora. La jornada, patrocinada por Grupo Recoletas y Banco EspañaDuero, se celebrará el 26 de abril a las 17.00 horas en el salón de actos del Consejo Consultivo de Castilla y León. La entrada es gratuita bajo inscripción previa enviando un e-mail a eventos@laopiniondezamora.es o llamando al teléfono 980 534 760.

-¿Qué papel tiene la nutrición en la hipertensión?

-Tiene un papel muy importante, puesto que en muchas ocasiones se llega a ser hipertenso por una mala alimentación. Por ejemplo, en las personas que no siguen lo que ahora llamamos la dieta mediterránea y toman demasiada sal, demasiados alimentos con grasas, procesados o cosas en conserva o embutidos, que sabemos que no son muy sanos, por lo menos comerlos a diario, puede influir en que haya hipertensión. Si se toman alimentos que sean más sanos y que sean más pobres en sal, es posible prevenir la hipertensión, no en todos los casos, pero sí en algunos. En otros casos, es posible controlarla o que no aumenten sus cifras, junto con otras medidas como pueden ser el ejercicio físico, que también es muy importante.

-¿Cómo tiene que ser esa dieta además de reducir la ingesta de sal?

-La sal tiene un papel muy importante porque lo que hace es retener líquido. Cuando se toma demasiada sal se retiene líquido dentro de los vasos sanguíneos y concretamente de las arterias. Cuanto más líquido se retenga dentro de las arterias, más aumentará la tensión arterial. La dieta que tiene que tener una persona que sea hipertensa consiste en que no emplee sal de cocina o la reduzca a un mínimo. Puede aliñar y cocinar con aceite de oliva, que es muy importante en la dieta. Las bebidas carbonatadas también contienen sodio, por lo que debería evitar todos los refrescos con gas. Además, aunque hoy en día está bastante de moda beber mucha agua y mucho líquido, los hipertensos tienen que limitarlo también. Son buenas las dietas que tengan verduras y hortalizas en general. También las legumbres, las frutas, las carnes y los pescados, siempre teniendo mucho cuidado en que no sean alimentos muy grasos, por ejemplo, en el caso de las carnes. Es bueno que las carnes sean de pollo, que es más sano, y evitar las carnes de res o de cordero, que tienen, en general, más grasa. En el caso del cerdo, que ha estado bastante estigmatizado estos años de atrás, se ha visto que ya no es tan malo, sobre todo, si se toman piezas como el solomillo o el lomo, que están bastante libres de grasas.

-Respecto al agua, ¿por qué las personas hipertensas no tienen que tomar tanta cantidad como se aconseja últimamente?

-Deben tomar agua, pero hoy día se habla incluso de una cosa exagerada y se dice que hay que beber dos o tres litros al día. Esto una persona hipertensa no debe tomarlo, debe tener una ingesta más normal y tomar, por ejemplo, un litro de agua al día, aunque esto depende de la situación personal y del tipo de hipertensión de que se trate.

-¿También es importante el peso que tiene una persona?

-Sí, el peso también es bastante importante. Cuanto más peso tenga la persona, más tendencia va a tener a ser hipertenso y también tendrá más tendencia generalmente a acumular colesterol, que es uno de los problemas que tenemos hoy en día que hace que suba la presión arterial. Esto se debe a que el colesterol se acumula en las arterias y hace que éstas se endurezcan y sean menos flexibles y menos distensibles. Ese es el problema que hay para que la tensión también aumente en estas personas.

-¿El tratamiento de la hipertensión requiere un cambio en el estilo de vida que se lleva normalmente?

-Sí, efectivamente. El cambio de vida es fundamental. Si alguien está tomando solamente fármacos y no cambia el estilo de vida, el tratamiento va a ser mucho menos eficaz. Será eficaz, pero bastante menos. Para que el tratamiento médico sea eficaz, la persona que tenga hipertensión tiene que cambiar su estilo de vida y tiene que llevar un estilo de vida más sano.

-Además de la dieta, ¿qué otros cuidados se aconsejan?

-Los cuidados serían hacer un ejercicio físico, en principio moderado. Todo depende también de la edad de la persona, pero los que empiezan a tener más problema de hipertensión es a partir, sobre todo, de los 50 años. A partir de esta edad, las personas que estén acostumbradas a hacer ejercicio físico pueden seguir haciéndolo, pero ya hay que tener cuidado. Alguien que no tenga costumbre de hacerlo, tiene que hacer un ejercicio moderado, como es caminar. Caminar todos los días una hora a buen paso sería un buen ejercicio que favorecería la eliminación de colesterol y que también bajará la presión arterial.

-Junto al ejercicio, ¿se recomiendan otros cambios?

-Una de las cosas que hace que suba la tensión es el tabaco. La nicotina aumenta la presión directamente de las paredes arteriales, lo que hace que se contraiga la pared arterial y es por lo que aumenta la presión. Las personas que están fumando están tomando un vasoconstrictor, es decir, que si una persona hipertensa está tomando pastillas para que le baje la tensión arterial, uno de los efectos de esos comprimidos es disminuir la presión de esa pared de la arteria. Si luego está fumando, está causando el efecto opuesto. Limitar el café también es importante porque también la cafeína sube la presión arterial. El café no se considera tan perjudicial como el tabaco porque dura menos tiempo y a lo mejor sube la presión arterial durante media hora. Las personas que fuman a lo largo del día están manteniendo niveles altos durante toda la jornada.

-¿Son los mayores los principales afectados por la hipertensión arterial?

-Sí, se dice que la tensión aumenta con la edad. Hoy en día las cifras de tensión arterial cada vez las están bajando más. Hay un consenso mundial de que la tensión arterial debe ser inferior a 140/90 milímetros de mercurio. Todo el mundo está de acuerdo que a partir de esas cifras hay que controlar la tensión y poner un tratamiento y unas medidas higiénicas preventivas o de cambios de estilo de vida. Pero incluso se dice que la tensión no debería estar por encima de 130/80, es decir, que si nos vamos a esa cifra, nos encontramos con que la mitad de la población de Zamora seguramente seríamos hipertensos. La presión lo que aumenta es el riesgo cardiovascular o cerebrovascular y empieza a haber más ictus cerebrales y más infartos de miocardio, entre otras cosas. Esto está comprobado que se da en las personas mayores, a partir de los 50 años. Además, está comprobado que las mujeres, por sus hormonas femeninas, tienen también una protección cardiovascular y una tensión más baja, pero en el momento que pasan de los 50 años aproximadamente, que es cuando llega la menopausia, esas hormonas dejan de producirse y es cuando empiezan a ser hipertensas igual que los varones.

-¿La dieta y esos cuidados garantizan el control de la enfermedad o además hay que medicarse?

-Cuando la tensión supera 140/90 prácticamente en ningún caso es suficiente con dieta y ejercicio y casi siempre hay que medicar. En los casos en que sean inferiores a esas cifras se suele comenzar con dieta y ejercicio.

-¿Estos cuidados de dieta y ejercicio son fáciles de cumplir con las prisas de la vida diaria?

-La verdad es que hay unas personas que se adaptan mejor que otras, pero lo que sí es bien cierto es que todos, en cuanto empiezan a hacer este tipo de vida, luego se alegran mucho y se sienten mucho mejor.

-¿También es importante la implicación de la persona?

-Es fundamental. La persona se tiene que implicar y los sanitarios debemos motivarlos para que lo hagan y que, de esa manera, tengan una vida más saludable y bajen sus cifras.