La crecida del Duero a su paso por Zamora ha hecho que el río iguale los niveles máximos registrados durante el presente año, dato que se alcanzó hace aproximadamente un mes. El río pasaba ayer por la capital con un caudal que rozaba (al cierre de esta edición) los seiscientos metros cúbicos por segundo al paso por el punto de medición de la Confederación Hidrográfica, instalada en el Puente de los Tres Árboles.

La tendencia es, además, al alza. Las previsiones de la confederación son que el caudal siga creciendo, aunque levemente, a lo largo de las próximas horas. No obstante, el Duero permanece todavía lejos del nivel de alerta, establecido en mil metros cúbicos por segundo, y del de alarma, que se alcanza cuando se llega a los 1.200 metros. No obstante, la crecida de las aguas ya ha obligado a cortar algunos paseos ribereños, que permanecen inundados por el alto nivel de las aguas.

Las intensas lluvias de las últimas semanas, unidas a las nieves que todavía se mantienen en la parte alta de la cuenca, tienen también su reflejo en el estado de los embalses y pantanos de la provincia. Las reservas de agua acumuladas a día de hoy están prácticamente en la media de los últimos diez años tras crecer con fuerza durante varias semanas consecutivas.

Así las cosas las reservas de agua actuales en la provincia de Zamora ascienden a 1.320 hectómetros cúbicos, casi un 75% del total. La situación ya es mucho mejor que la de la misma semana del año pasado, cuando se contabilizaban 951 hectómetros cúbicos, algo más de la mitad de la capacidad total de los embalses zamoranos. Las reservas de agua actuales permiten desterrar la alerta por sequía que hubo a finales del año pasado, cuando los embales zamoranos estuvieron bajo mínimos. Aún así, los pantanos tendrían que sumar casi otros diez puntos para llegar a los niveles marcados en estas fechas en el año 2016.