"¡Arriba, gitanos! Ahora es el momento; Venid conmigo los romá del mundo; La cara morena y los ojos oscuros". Estos versos pertenecen al himno romaní "Gelem Gelem". Hasta ahora, los gitanos entornaban este cántico como una semblanza de su pasado, un homenaje a su cultura y una reivindicación de sus costumbres. A partir de ahora este himno ya no es solo una voz popular, sino que ha adquirido el estatus de oficial al haber sido reconocido el día 8 de abril, por parte del Consejo de Ministros, como el día del Pueblo Gitano en España (celebración que también goza de reconocimiento internacional en otros muchos países).

A tenor de la celebración del 8 de abril, la comunidad gitana de Zamora vivió ayer su día grande. La sede de la Fundación Rei Afonso Henriques acogió un programa de actos organizado por la Fundación Secretariado Gitano (FSG) de Zamora, apoyado por el Ayuntamiento local, la Cruz Roja y el Centro Menesianos Zamora Joven. Del mismo modo, Ana Belén Prada, coordinadora provincial de la FSG, quiso agradecer especialmente la colaboración de la Diputación en el desarrollo de la actividad. Asimismo, la bandera romaní lució durante todo el día junto al resto de enseñas en el balcón principal del Consistorio municipal.

El programa de actos que se desarrolló durante la tarde de ayer comenzó con la recepción de la comitiva de autoridades, formada por Antidio Fagúndez, teniente de alcalde de la ciudad; José Luis González Prada, concejal del Partido Popular; el director de los Menesianos y Cruz Roja Zamora. A continuación, se procedió a la lectura del manifiesto e himno del pueblo gitano, para posteriormente realizar la presentación de la campaña nacional en contra de la segregación escolar. Durante el resto de la tarde, los presentes allí reunidos pudieron aprender y divertirse con un teatro de marionetas, una charla sobre el empoderamiento de la mujer gitana, un espectáculo de danza, juegos, concurso gastronómico, merienda comunitaria y una ceremonia homenaje en la que se arrojaron flores desde el puente de piedra en recuerdo de los antepasados y se representó la bandera romaní con humo artificial.

La jornada de ayer no solo fue un acto de celebración y de exaltación de la cultura y la sociedad calé. Sino que, sobre todo, fue una llamada de atención de la situación que la comunidad gitana sigue viviendo en nuestro país. Para ello, la FSG lanza la campaña de visibilización "No quiero una escuela segregada" -financiada por el Ministerio de Sanidad y el Fondo Social Europeo-, centrada en la marginación escolar que "viven niños y niñas en prácticamente todas las ciudades españolas".

La segregación escolar es una práctica discriminatoria que consiste en agrupar al alumnado con similares características (en este caso la etnia) en determinados centros. Además, estas escuelas "gueto" suelen ubicarse en zonas urbanas o barrios donde la capacidad económica de los residentes es eminentemente limitadas. De esta forma, a la discriminación étnica se suma una barrera económica, que establece una clara marginación de clase. Según la encuesta europea EU-Midis II (Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea), en España un 31% de niños y niñas gitanas asisten a centros con alta concentración de alumnado gitano.

Además de denunciar la situación y promover campañas de concienciación, la Fundación Secretariado Gitano lanza una batería de propuestas directamente dirigida a las administraciones del Estado: activar la aplicación de la LOMCE (art. 84 y 87), regulando los procesos de admisión de alumnado para "asegurar la calidad educativa para todos, la cohesión social y la igualdad de oportunidades"; elaborar un mapa de segregación escolar en España que identifique los centros escolares con alta concentración del alumnado gitano o de origen inmigrante; elaborar un plan de desegregación escolar ("cerrando aquellos centros escolares con alta concentración de alumnado gitano o inmigrante"); promover la educación inclusiva y contar con un marco legal que prohiba la discriminación.