El camión blanco con la seña bermeja de Acción Norte vuelve a la carretera. Tras las últimas expediciones solidarias promovidas por la oenegé, la brigada de intervención de emergencia de la organización regresará a la acción en terreno. En esta ocasión, en Ventimiglia: municipio italiano situado en la frontera con Francia donde miles de refugiados anhelan el visto bueno para continuar su periplo hacia nadie sabe dónde.

Tiendas de campaña, esterillas, sacos de dormir, ropa interior, calzado de los números 40 al 44, linternas, comida enlatada y productos de higiene personal son algunos de los artículos demandados por la asociación en virtud de las necesidades de los migrantes asentados en la zona. La campaña de recogida comenzó ayer en el Centro Comercial Valderaduey y se prolongará durante la jornada de mañana de 17.00 a 21.00 horas antes de partir la próxima semana hacia la que ya han apodado como "la última frontera". Además, al igual que ocurriera el pasado año en Belgrado, durante el trayecto de ida el camión irá cargado con el material donado y, una vez entregado, el vehículo, equipado con duchas portátiles, volverá a prestar servicio de aseo.

Al margen de la nueva campaña de recogida, la organización también hace un llamamiento a la sociedad para captar nuevos colaboradores que puedan dar estabilidad económica a proyectos como este. "Somos una ONG pequeña que llega donde no llegan las grandes ONG. Cada socio aporta una cuota voluntaria mensual o anual y sabe de primera mano en qué se invierte su aportación", explican. Así, quienes estén interesados en tomar parte de una forma más activa en el colectivo podrán hacerlo de forma presencial durante la nueva jornada de recogida prevista para mañana y también a través de la página web www.accionnorte.es.

Asimismo, desde la asociación también apelan a la solidaridad de los zamoranos para encontrar un local para hacer acopio momentáneo del material recogido ya que hasta la fecha, la ropa, el calzado, los artículos de higiene y el resto de productos donados son guardados de forma particular en las casas de los voluntarios. Pese a que llevan tiempo reclamando un almacén a las instituciones, no han obtenido respuesta. "Nos urge para almacenar la ayuda humanitaria que enviamos a los más necesitados", arguyen.