Tres meses después de la multitudinaria expedición de Motauros a la capital, las motos volverán a invadir la ciudad el próximo fin de semana gracias al "Desafío Ancha es Castilla". Una iniciativa de la asociación sin ánimo de lucro Kilómetro Motero coordinada al alimón con la Asociación Motociclista Zamorana (AMZ) y respaldada por el Ayuntamiento de Zamora que pretende consolidar el turismo en moto en la provincia.

Tal y como señaló ayer durante la presentación de la ruta el concejal de Turismo, Christoph Strieder, desde el Consistorio han constatado un "notable" aumento del turismo de motocicleta a raíz de la celebración de estos eventos, que entrañan dificultades logísticas y exigen una "estrecha colaboración" con la Policía Municipal, pero que constituyen un importante atractivo más para visitar la provincia.

De hecho, tal y como remarcó el presidente de la AMZ, Kike González, el "Desafío Ancha es Castilla" no será "una cita de unas horas" sino que implicará la pernoctación de los 240 motoristas inscritos en la prueba no competitiva que comenzará el viernes 13 de abril en Ávila y que recalará en Zamora sobre las 20.30 horas del sábado. Los participantes recorrerán la serranía abulense, los Arribes y, por último, la capital del Duero, donde realizarán una ruta por el casco antiguo y otra ornitológica a orillas del Duero, entre otras actividades programadas.

De forma paralela, la ciudad acogerá la segunda etapa del I Rally Turístico Ruta Vía de la Plata, otra prueba no competitiva que discurrirá por la N-630 (y A-66). Un trayecto de casi 1.000 kilómetros por el que circularán 150 motociclistas tratando de emular la Ruta 66 americana desde Sevilla hasta Gijón "aunque más atractiva y con mejores servicios", según apostilló González. El rally comenzará en la capital hispalense el jueves 27 de abril por la tarde y llegará a Zamora el domingo 29 de abril.

En resumen, dos pruebas no competitivas sobre ruedas que volverán a dar un "empuje y colorido" al turismo de la ciudad, en palabras del presidente de la AMZ, en una temporada generalmente floja tras la Semana Santa.