El próximo 17 de abril arranca una nueva edición del curso Arte en Zamora, organizado por la UNED y bajo la coordinación de José Luis Hernando. En su décimo tercera edición la temática girará en torno a los mitos y ritos de los mundos románicos.

-¿Sigue este curso la misma estructura de las ediciones anteriores?

-Es cierto que en ese sentido hay pocas novedades, porque el esquema es siempre el mismo. Primero, una serie de conferencias durante una semana, con un total de siete intervenciones teóricas, y durante los tres sábados siguientes, excursiones prácticas, visitando diferentes conjuntos que tengan que ver con el arte medieval, porque este curso abarca mucho más allá del románico.

-¿Sobre qué temática girará en esta ocasión?

-El curso de este año está bautizado con el tema "Mitos y ritos" y, curiosamente, se empieza y se acaba con dos charlas que tienen que ver con el mundo de la representación de los beatos altomedievales. Aquí nos encontramos cerca de Tábara, un lugar que fue uno de los "scriptoria" más prestigiosos de esa época, donde ilustraban los documentos los beatos, una labor que ha tenido mucha transcendencia. De hecho, ha sido una de las aportaciones maestras. El mundo de los beatos es una de las aportaciones típicamente hispánicas más interesantes para arte medieval. El experto Agustín Gómez hablará del beato de San Andrés de Arroyo, a través del que se puede observar cómo eran las clases sociales en tiempos medievales. Nos habla de clérigos, campesinos, nobles, intelectuales, monjes o repobladores. Y la última charla del curso se centra, de la mano de Sandra Sáez-López, en el mundo de la representación de los mapamundi de los beatos, desde cómo se representa Jerusalén, Compostela o Roma hasta representaciones topográficas tangibles en lo plástico de la época medieval.

-En el apartado de las excursiones tras las clases teóricas, ¿qué lugares se visitarán este año?

-Las excursiones de esta edición les dedicaremos primero a diferentes conjuntos en Zamora, para revisitarlas de nuevo. Luego iremos a otros conjuntos fuera del entorno de la provincia, como el área del norte de Palencia, alto Pisuerga y Aguilar de Campoo, en torno a los monasterios cistercienses de San Andrés de Arroyo y el de las monjas santiaguistas de Santa Eufemia de Cozuelos, además del monasterio de Santa María de Aguilar de Campoo. Esta visita tiene mucho interés desde el punto de vista monumental, porque se trata de un arte románico muy extenso y rico, sobre todo porque está aislado y en zonas poco pobladas, por lo que se ha podido mantener muy bien conservado. En la última salida nos acercaremos al entorno de León, pasando previamente por Tábara. Iremos al conjunto de San Miguel de Escalada, donde se erige una iglesia del alto medievo hispano, previo al fenómeno románico. Es una edificación similar a la zamorana de San Pedro de La Nave, que es germinal de la formación de este estilo.

-¿Qué aporta a los participantes estas salidas prácticas a Zamora y otras provincias?

-Es quizá lo más interesante , porque hay alumnos que, ya sea por falta de tiempo o conocimiento, no han visitado hitos monumentales que resultan fundamentales para la comprensión del arte románico y gótico hispánico. Por eso muchas veces nos encontramos con más de una sorpresa en lugares tan cercanos como León, Salamanca o Palencia. Es curiosa este tipo de experiencia, porque a la hora de asimilar ciertos contenidos, sobre todo de carácter artístico, es fundamental ver "in situ" el edificio, el vestigio, la escultura, la obra o la pieza para valorar su interés. De hecho, es algo que se reivindica en el estudio de la historia del arte desde principios del siglo XX. Porque de poco sirve el conocimiento de los textos, una visión de carácter teórico, si no contemplamos las obras de arte en su contexto adecuado. Una obra de arte hay que conocerla e interiorizarla para poder valorarla.

-Este curso de la UNED suma ya trece ediciones, ¿se complica cada año la búsqueda de una temática diferente para dar continuidad a este proyecto educativo?

-En absoluto. El arte es riquísimo y se podrían hacer 300 o 3000 ediciones, lo que ocurre es que implica ya tenernos que centrar en cuestiones más monográficas, especializadas y puntuales. En definitiva, temas no más eruditos pero sí trasversales o más en profundidad. Y en las visitas, por no repetir espacios, tendríamos que irnos más lejos, por ejemplo a la zona cantábrica o galaicoportuguesa. O a Ávila o Segovia, que están más alejados de nuestra provincia y se hace más complicado para una excursión de solo un día. En definitiva, tendríamos para muchas más ediciones, porque si no es en el entorno inmediato, tenemos la cercanía de otras tierras que pueden aportar cuestiones muy interesantes y sugerentes. No hay dificultad para seguir, porque lo que nos sobra es material y recintos monumentales para visitar.