Han pasado 25 años desde la última vez que se reunieron -para celebrar las bodas de plata de la promoción- pero la ilusión seguía intacta. Más de 110 antiguos alumnos de la Escuela de Magisterio de Zamora de la promoción 1965-1968 volvían a reunirse, medio siglo después de salir de las aulas, para conmemorar este aniversario. Un grupo más que notorio, si se tiene en cuenta el tiempo transcurrido y que la promoción estaba conformaba por doscientos estudiantes.

La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora ocupa ahora el edificio donde estos maestros estudiaron en los años sesenta. "Fuimos la última promoción del plan de estudios del año 50, por el que se podía acceder a Magisterio terminado 4º y superada la reválida. A partir de ese año, para ser maestro había que tener finalizado el bachillerato superior", apunta Román Casas Caballero, uno de los organizadores de este encuentro, que ha contado con la participación de cerca de diez personas para hacerlo realidad. "La gente ha respondido muy bien, pero había que estar en contacto continuo para que se animaran a participar y nos hemos involucrado muchos compañeros para conseguirlo", reconoce.

Además de este nutrido grupo de alumnos, en el encuentro también tuvieron la suerte de contar con un par de sus antiguos profesores. Se trataba de Paco López Méndez y Elvira Piorno, que les dieron las asignaturas de Política y Educación Física, respectivamente. Con ellos compartieron recuerdos y más de una anécdota en las aulas nada más reencontrarse y antes de comenzar la jornada con una eucaristía en la parroquia de San Torcuato.

La distancia no fue problema para participar en este aniversario tan especial, puesto que llegaron compañeros de Cádiz, Valencia o Asturias. "Los grupos más numerosos son sobre todo del País Vasco y Andalucía", detalla Casas Caballero. Entre ellos, además, se encuentran incluso catedráticos de diferentes facultades del país, como la Universidad de Deusto o la UNED. "Hemos elegido esta fecha de Lunes de Pascua aprovechando que muchos de los compañeros, aunque ya no viven en Zamora, sí que se acercan en estos días de Semana Santa a ver a familiares y amigos, así que era más fácil para todos poder hacer la reunión", explica uno de los organizadores del evento. "Es una auténtica gozada que aun estando en la diáspora, podamos haber reunido a tantas personas para que participen en una jornada que va a ser muy intensa", vaticinaba antes de comenzar con todos los actos programados para este día desde la organización, que se aliñaron con abrazos, besos y recuerdos para aquellos que ya no les podían acompañar.

Tras la reunión que mantuvieron en el salón de actos del Colegio Universitario -a escasos metros del edificio donde cursaron sus estudios superiores- los participantes se acercaron hasta la plaza del Maestro para rendir homenaje a la estatua que, sobre una fuente, refleja la profesión que la mayor parte de ellos han desarrollado en diferentes puntos de España. A continuación se acercaron a comer a un restaurante cercano, en el que siguieron evocando experiencias y confidencias, para finalizar con una sobremesa y unas horas de baile que se convirtieron en el colofón de este entrañable encuentro de antiguos maestros.