La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado al empresario zamorano R.S.C. a cinco meses de prisión al considerarlo autor de un delito de estafa, tras quedarse con 14.000 litros de gasoil sin pagar haciendo creer al suministrador que eran para otra empresa.

La sentencia considera único culpable a R.S.C. "que era de facto el propietario y administrador de la empresa "Sanpitrans", aunque registralmente apareciera como socia única su hija E.S.P.", mientras que absuelve al otro acusado, P.P.P., defendido por el abogado Juan José Martín Gato, que figuraba como apoderado de la firma pero en realidad era un mero empleado.

Según la sentencia, la sociedad Sanpitrans fue constituida, sin que figurara R.S.C. "para ser utilizada por este con la finalidad de continuar con su actividad de suministro y transporte de carburantes debido a que las anteriores sociedades que tenía constituidas con el mismo objeto social arrastraban importantes deudas". El ahora condenado, R.S.C. alcanzó un acuerdo con la empresa Discomtes Zamora "a fin de que esta suministrara carburante a los clientes de las sociedades de R.S.C., con reparto de las comisiones. Conforme a dicho acuerdo R.S.C., a través de Sanpitrans efectuaba pedidos a Discomtes para sus clientes y esta efectuaba el suministro del carburante y emitía la correspondiente factura al cliente".

Clientes

Entre los clientes estaba la empresa Transportes Hermanos Hernández Rodríguez 2005, S.L. Pues bien, el día 15 de julio de 2008 R.S.C. hace un pedido de 14.000 litros de gasóleo A, en nombre de Transportes Hermanos Hernández Rodríguez a Discomtes, aunque en realidad descarga el combustible en una estación de servicio de su propiedad, situada en el Centro de Transportes de Zamora. Cuando Discomtes gira la factura del gasóleo por valor de 17.290 euros a Transportes Hermanos Hernández Rodríguez es cuando se descubre que en realidad quien había pedido y recibido el gasóleo sin haberlo abonado fue R.S.C., que era el verdadero cliente final y que necesitaba el gasóleo para a su vez revenderlo.

El procedimiento judicial se ventila en Valladolid porque lo inicia Discomtes, cuando denuncia por impago a la empresa de Transportes Hermanos Hernández Rodríguez en el Juzgado de Medina del Campo.

Tras tener conocimiento de la demanda interpuesta contra Transportes Hermanos Hernández Rodríguez el representante legal de la firma J.J.H.R. pidió explicaciones a R.S.C. (el dueño de Sampitrans) y con el fin de zanjar el asunto éste le hizo entrega a aquel el día 7 de junio de 2009 de un pagaré, previa obtención de la firma de P.P.P. ( quien era ajeno al encargo de que traía causa su libramiento) por el importe de 17.290 euros. El pagaré fue formalizado frente a la cuenta que Sanpitrans tenía en la entidad financiera IberCaja, pero el efecto mercantil que no pudo cobrarse.

El citado P.P.P., administrador de Sanpitrans era el segundo de los acusados, que finalmente ha sido absuelto por la Audiencia de Valladolid, cuyos magistrados no encontraron ninguna duda en apreciar el delito de estafa y se centraron en dilucidar si esta persona había podido estar o no implicada en los hechos.

Cheque sin fondos

Al no poder cobrar de Sanpitrans mediante el pagaré que no encontró fondos en la cuenta, Transportes Hermanos Hernández Rodríguez tampoco pagó a Discomtes. La Audiencia de Valladolid considera que los hechos "son constitutivos de un delito de estafa de los artículos 248 y 249 del Código Penal", y entre otras cosas, asegura que "la finalidad perseguida por el acusado con el falso pedido llevada a cabo a nombre de tercero no era otra que, guiado por el ánimo de lucro, hacer suyo el gasóleo valorado en 17.290 euros, sin abonar su importe". La sentencia, además de los cinco meses de cárcel, condena al principal acusado a indemnizar a Discomtes con la cantidad de 17.290 euros más los intereses legales, el pago de las costas del proceso y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo. Contra este fallo cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.