Un guateque al son de Los Pekenikes, una película en el cinema Arias Gonzalo o un paseo entre una niebla de leyenda son algunos de los antiguos recuerdos de la época moza de Marcel y Laura, entre los años sesenta y setenta, reconvertidos ahora en forma de verso. Algunos estaban escritos sobre papel. Otros solo en la memoria. Pero ahora todos ellos se encuentran compilados en "Nuestra Zamora", un poemario que fue presentado ayer en el salón de actos del centro cultural de La Alhóndiga.

Con la morriña de haber vivido casi medio siglo fuera de Zamora, tras su regreso a la "perla del Duero" esta pareja de escritores ha decidido sacar a la luz todos los recuerdos que guardan de su juventud sobre la ciudad. Ahora ya peinan canas, pero el cariño a su tierra natal no se entinta, aunque sí se ilustra. La colección de poemas, de 91 páginas y publicada por Semuret, también cuenta con fotografías y trabajos en acuarela realizados por la propia Laura, quien desde pequeña siempre ha vivido con la impronta de la escritura aunque de forma más íntima hasta su colaboración en antologías como "Cuentos de Navidad" y "Poesía".

Sin embargo, su pareja Marcel es autor de una nutrida relación de libros como "Mitología ibérica", "Celtiké", "Viriato, rey de los celtas", "El libro de los bretones" o "Dómine", entre otros, además de "Tú a Atocha, yo a Chamartín", un diálogo novelado escrito de manera conjunta con su mujer y basado en las redes sociales como nuevas vías de comunicación.

Por tanto, "Nuestra Zamora" supone su segundo trabajo al alimón. "Contar a los lectores lo que nosotros hemos sentido al volver a pisar nuestra ciudad ha sido un placer. Creemos que lo que nos ha pasado es lo que suele pasarle a todos los que hemos estado lejos, al pisar las calles en las que caminábamos de chicos", reza la sinopsis del poemario. Tal y como ellos dan cuenta, muchos lugares no han cambiado: los nombres de las plazas, los olores de los bares con sus "pinchitos", las peatonales calles actuales por las que antaño recorrían entre coches, etcétera.

Los antiguos garitos de fiesta y la bulliciosa "ruta de la ebriedad" por Balborraz, el frío de noviembre y otras canciones como "Marionetas en la cuerda" de Sandie Shaw o "Estas botas son para caminar" de Nancy Sinatra ponen la banda sonora a la nostalgia hecha verso en una publicación que enarbola el orgullo de ser zamorano y que pretende contar a los más jóvenes cómo era la vida de aquellos años para que "sigan contando estrellas desde el Castillo de la ciudad".