La ovación al pianista Christian Zacharias en la iglesia de San Cipriano ayer por la mañana ponía el broche a tres días muy intensos de música en los templos de San Cipriano y San Ildefonso. La organización del ciclo ha expresado su "satisfacción absoluta" tanto por el nivel musical, que ha sido "altísimo, como era de esperar con la programación realizada", como por el rotundo apoyo del público, que agotó las entradas muchos días antes de los recitales.

El experimentado pianista alemán Christian Zacharias fue la guinda de la tarta del Pórtico, en esta edición número 16. Las obras de Johann Sebastian Bach y de Franz Joseph Haydn con la maestría de uno de los especialistas más famosos del mundo llenaron la última velada del ciclo de música antigua, que durante todo el fin de semana registró un lleno absoluto en los templos zamoranos: este año San Cipriano, junto a San Ildefonso en la exhibición de órgano del sábado.

Momentos memorables

La programación de la edición número 16, denominada "Ars curae", prometía y el desarrollo de los conciertos no solo cumplió las expectativas, sino que dejó para la historia del Pórtico momentos memorables. Accademia del Piacere deleitó a los asistentes del ciclo con una actuación atrevida, en la línea de lo que ha hecho a este conjunto uno de los más atractivos del panorama actual de la música antigua.

La sesión libre de San Ildefonso con Daniel Oyarzabal, un auténtico especialista, a las teclas del órgano llenó el templo el sábado por la mañana, matinal que completó el virtuoso violinista italiano Fabio Biondi con las "fantasías" de Telemann.

El sábado por la tarde, Franco Fagioli y la orquesta Il Pomo d'Oro brillaron y demostraron la categoría, personalidad y complicidad del contratenor con el público. El domingo, Christian Zacharias puso el broche a esta edición "medicinal", que prueba otro año más la necesidad de un ciclo de estas características en la ciudad.