La experta Amparo Pons Cortell ha participado en la I jornadas creencias mágicas populares: mitos y supersticiones que han tenido lugar recientemente en el Museo Etnográfico de Castilla y León

-Usted ha compartido la experiencia llevada a cabo en su centro reivindicando el imaginario del miedo valenciano frente al Halloween.

-Desde el 2016 hemos puesto en marchar la campaña "Espanta la por" en el Museu Valencià d'Etnologia a través de la biblioteca. Se trata de una actividad para trabajar alrededor de la fecha de Todos los Santos y conocer nuestras creencias mágicas populares y nuestros monstruos.

-¿Qué les impulsó a ponerlo en marcha?

-En la Comunidad Valenciana hay un trabajo excelente de recopiladores de la tradición oral, de narradores y de profesionales que están publicando para público infantil texto relacionados con monstruos valencianos. Lo que hemos hecho es canalizar todos esos trabajos para darlos a conocer. Además, tenemos una fiesta global que nos ha invadido, Halloween, que a los padres les horroriza pero a los niños les encanta porque se disfrazan y hablan de cosas de miedo, una temática desterrada de su vida. Es una fiesta que se quedará en nuestra sociedad porque funciona y lo que hemos hecho es darle la vuelta.

-¿De qué manera?

-Los niños demandan hablar de miedo y de monstruos, pues ¡hablémosles de miedo y de monstruos valencianos! Es una oportunidad magnífica para reivindicar la cultura tradicional y nuestro miedo.

-Los destinarios del proyecto ¿quiénes han sido?

-Lo hemos enfocado pensado en los más pequeños, en los alumnos de Infantil a partir de cuatro años y los primeros cursos de Infantil porque trabajan las emociones en el aula y porque son los principales seguidores de un cantante valenciano que se llama Dani Miquel, que canta "La Maria no té por" (María no tiene miedo) donde aparecen los distintos monstruos.

-¿Cómo han aceptado los docentes la propuesta hecha desde el museo?

-El primer año lo desarrollamos con un colegio, a modo de prueba, y luego lo convirtieron ellos en un proyecto educativo para el primer trimestre del curso. En las aulas hicieron cuevas donde vivían monstruos, cantaban las canciones de Dani Miquel y escribían los niños sus propias canciones. Lo han explotado de tal manera que las imágenes gráficas que desde el museo hicimos la utilizaron en un festival que montaron en Navidad. Paulatinamente se han ido sumando colegios que lo están desarrollando de la misma manera que el centro que abrió la senda. Es un proyecto muy emocionante porque tiene una base tradicional en la que se puede trabajar la oralidad, aprender lengua y geografía, desarrollar la imaginación del niño, se pueden hablar de las emociones?

-Y ¿cómo han acogido este proyecto los niños?

-Se sorprenden mucho. La idea del monstruo es que nosotros podemos dominarlos y los tenemos que conocer para vencerlos y que sean nuestros amigos. En el primer colegio nos dijeron que tras haber hablado de monstruos, los niños comenzaron a tener miedo a la oscuridad, pero esos temores en algún momento los desarrollan y tienen que ser conscientes de que los pueden vencer. Actualmente a los niños los sobreprotegemos mucho. El miedo antes era usado fundamentalmente por mujeres, madres o abuelas, como modo de coacción porque si no comes vendrá un monstruo y te dará un susto... Ahora no pasa porque no queremos que los niños se asusten. Ahora les decimos que si no se portan bien no les dejamos el móvil o las tabletas. Nuestras realidades han cambiado tanto.

-¿Han logrado que niños hayan dado el paso de disfrazarse de monstruos valencianos?

-Me consta que ha habido algún caso, pero hay que dar tiempo al tiempo. Es complicado hacer disfraces físicos de un imaginario que no tiene una ilustración física. No obstante, hay disfraces muy fáciles como el del Hombre del saco.

-¿Han pensado extender el proyecto a otra franja de edad?

-Queremos estabilizarnos un par de campañas más con los pequeños, un público muy fiel. Está en nuestra mente comenzar a trabajar con los adolescentes porque los chicos no han oído hablar en su infancia de los monstruos valencianos. A ellos les tenemos que llegar con un lenguaje visual totalmente diferente que tendremos que crear. En este caso emplearemos las redes sociales, vídeos o con youtubers. Creo que cuando salga en adolescentes, será la bomba.

-¿El acercamiento a los monstruos es una manera de aproximar a la cultura tradicional?

-Sin duda, los monstruos son una puerta para que los niños se acerquen y descubran la riqueza de la cultura tradicional.