El río Duero continúa crecido a su paso por la capital y lo hará más en las próximas horas, a medida que descarguen sus aguas los afluentes que en los últimos días han registrado situaciones de alerta. La Confederación Hidrográfica ha avisado de que la punta de caudal del río sigue avanzando hacia las localidades de Toro y Zamora con una tendencia creciente. No obstante, los profesionales también advierten que el caudal dista mucho aún de los umbrales de peligro. Una alarma que sí se ha activado durante el fin de semana aguas arriba, en la localidad vallisoletana de San Miguel del Pino, muy cerca de Tordesillas.

El pico de caudal del río Duero a su paso por Zamora se situaba a última hora de la jornada de ayer muy próximo a los 650 metros cúbicos por segundo, lo que significa que se mantiene la crecida pero no va a mayores. Así, al menos, lo ha asegurado la Confederación Hidrográfica, que tan solo ha activado las alarmas a lo largo del fin de semana en el Adaja, el Arlanza y el Duero aguas arriba, en la provincia de Valladolid. "Aunque la tendencia continúa siendo creciente en las localidades de Toro y Zamora, todavía dista mucho de los umbrales de alarma", apuntan los profesionales a través de un comunicado.

Los curiosos han aprovechado este fin de semana para acercarse al río, en la medida que lo permiten los cortes de los paseos ribereños, con el objetivo de escrutar hasta dónde ha llegado la subida del caudal. Una de las imágenes más significativas y fotografiadas ha sido la situación del embarcadero de las aceñas de Olivares, completamente absorbido por el agua y sin posibilidad de acercarse mínimamente a la plataforma.

El Ayuntamiento de Zamora continúa vigilando día tras día la evolución del río a su paso por la capital por si fuera necesario incrementar las medidas de seguridad. Decisiones que ya se han tomado con el corte, por precaución, de diferentes tramos de los caminos ribereños tanto en la margen izquierda como en la derecha.