Los embalses y pantanos de la provincia de Zamora han experimentado en los últimos días la mayor subida de las registradas en los últimos dos años. Así se desprende del análisis de los datos publicados por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente que analizan la semana pasada y el comienzo de esta. Los embalses han ganado en apenas siete días la considerable cifra de 125 hectómetros cúbicos, lo que se traduce en un incremento de casi el siete por ciento sobre la capacidad real de los embalses de la provincia.

Con este registro (la primera subida realmente significativa de lo que va de año hidrológico) los pantanos de Zamora rozan ya el cincuenta por ciento de su capacidad total. A día de hoy almacenan 827 hectómetros cúbicos, cerca del 47% del total. La capacidad total en Zamora, hay que recordar, supera los 1.700 hectómetros cúbicos.

Los datos son todavía algo peores que los registrados el año pasado a estas alturas, aunque la intensa presencia de lluvias y las nieves registradas a lo largo de toda la cuenca del Duero avanzan que el panorama que traiga la primavera será mejor en el aspecto hidrológico. A comienzos de marzo de 2017 los pantanos almacenaban un total de 997 hectómetros cúbicos de agua, algo más del cincuenta y seis por ciento de su capacidad total. La media de esta semana a lo largo de la última década es de 1.226 hectómetros cúbicos, cerca del setenta por ciento del total. Aquí sí se notan las diferencias con las cifras actuales.

El embalse que más ha notado esta mejoría es el de Ricobayo, el más importante de la provincia de Zamora. Solo en una semana ha ganado 103 hectómetros cúbicos de agua en su reserva. Con esto se eleva el total almacenado hasta los 488 hectómetros cúbicos actuales, un dato cercano a la mitad de los 1.145 para los que tiene capacidad. Ricobayo llegó a almacenar solamente 110 hectómetros cúbicos hace unos meses, una situación muy delicada y que dejó al descubierto partes del embalse que no se veían desde hace muchos años.