La barandilla que se erige sobre el río Duero en la avenida del Mengue continua cortada y en condiciones peligrosas para el ciudadano tres meses después de que fuera impactada por la caída de la rama de un árbol durante la ciclogénesis explosiva registrada en la capital el pasado diciembre. Los viandantes y corredores que utilizan esta zona a diario han denunciado la situación de esta estructura que forma parte del mobiliario urbano, alegando que la desviación de una de las barras de metal hacia el interior de la acera puede generar algún tipo de golpe o corte por un descuido. Una cinta de seguridad unía los extremos cortados para avisar de esta circunstancia a los paseantes, pero tras el último temporal también ha desaparecido y ahora cuelga de una de las barras, dejando el otro borde saliente sin ningún tipo de protección mientras se espera al arreglo de este destrozo.

La problemática con esta barandilla sobre el río Duero se remonta hasta el pasado mes de diciembre, cuando la capital registró importantes rachas de viento en el marco de una ciclogénesis explosiva que afectó al noroeste peninsular. Probablemente, la imagen más chocante de aquella tormenta fue la caída de la rama de un pesado árbol sobre esta estructura, lo que dejó prácticamente intransitable la zona al considerar la envergadura del elemento desprendido. Toda vez superadas las inclemencias meteorológicas, los servicios municipales levantaron la valla y la aseguraron con cinta de manera provisional hasta realizar el pertinente arreglo que, por el momento, aún no ha llegado.

Los ciudadanos que de manera habitual utilizan esta zona para sus paseos o entrenamientos por la ribera del Duero han mostrado su preocupación ahora, tras constatar que precisamente esa cinta de seguridad que se colocó para avisar del desprendimiento de la valla ya no está cumpliendo su función y tampoco se ha procedido al arreglo de la estructura metálica, lo que puede derivar en algún tipo de golpe en el caso de que alguien se despiste al caminar por la zona.