Hasta ahora, si, también en Zamora los pensionistas habían sido convocados para reclamar un aumento de la cuantía de sus nóminas, pero muchas veces eran reuniones poco más que testimoniales de los grupos más concienciados, ayer fueron 400, según los sindicatos convocantes, CC OO y UGT. El éxito de las masivas manifestaciones de los jubilados en otros puntos del país, sobre todo la organizada a las puertas del Congreso de los Diputados, ha hecho, sin embargo, que también la protesta de los pensionistas zamoranos tome fuerza y la concentración celebrada a mediodía de ayer frente a las puertas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en la avenida de Requejo se convirtiera en la más numerosa de cuantas se llevan convocadas hasta la fecha, a pesar de que el día salió lluvioso y desapacible. Y para ser Zamora, habitualmente poco dada a estos alardes reivindicativos.

Yo no es que en Zamora no sobren las razones para salir a la calle, ya que el 27,7% de la población provincial, 49.303 personas, percibe en estos momentos una pensión. Si se tiene en cuenta que algunos pensionistas tienen familia a su cargo la cifra de zamoranos que viven de la pensión es incluso más alta, y eso que la media del sueldo en Zamora, 774 euros, es el más bajo de toda la comunidad y uno de los más exiguos del país. La mayoría son jubilados, 30.976, que cobran 874 euros de media.

Con la famosa carta del 0,25% de subida que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, mandó a los pensionistas para anunciarles que iban a cobrar un euro y pico más como emblema los pensionistas están hartos de ver cómo hay "dinero para otras cosas" mientras lo suyo está estancado. Por ejemplo para el propio envío de las cartas, que costó millón y medio de euros.

Teo Movilla, de Comisiones Obreras, uno de los sindicatos que alienta las protestas junto con la Unión General de Trabajadores, se mostraba muy satisfecho por la respuesta alcanzada en la movilización de ayer "porque, a pesar de las inclemencias del tiempo, han acudido cerca de 400 personas, la gente ha respondido".

Una de las razones del mayor apoyo puede estar precisamente en que las movilizaciones están teniendo efecto: "Ya hemos conseguido que el Gobierno y el Parlamento ya hablen del tema nuestro y empiecen a hacer propuestas. Nuestras reivindicaciones se están empezando a oír". Y hay una propuesta muy clara para el presidente del Gobierno: "Que convoque el Pacto de Toledo, que fije las pensiones para otros 25 años con el resto de partidos políticos, empresarios y agentes sociales". No es fácil, pero se pueden hacer cosas, como subir los salarios o los impuestos. "Nosotros creemos que la mejor salida es un empleo estable, crear más puestos de trabajo, aumentar las cotizaciones y esa es la vía que ha funcionado todos estos años y que tiene que seguir funcionando".

Y es que los convocantes constatan que "España es uno de los países que menos gasta el pensiones de Europa", indica Movilla, "y no solo en pensiones, también en asuntos de mayores, como la Ley de Dependencia, la ayuda a domicilio o los medicamentos. O sea, que no somos un país que derrochemos dinero en pensiones". Y es que "las pensiones públicas han sido el colchón para que muchas familias hayan tirado para adelante, si no sé lo que habría pasado. Y vamos a pedir que sigan siendo el colchón, porque la crisis todavía no ha terminado, se avecina el "baby boom", que en veinte años se va a jubilar muchísima gente y nosotros seguimos apostando por las pensiones públicas porque no hay otra alternativa". Pero claro, "con un 0,25 que han subido las pensiones mientras la luz o el gas lo han hecho en cerca de un 80%, el copago de los medicamentos un 120% y la cesta de los alimentos se haya incrementado también bastante es normal que la gente salga a la calle porque muchos no llegan ni a mediados de mes".

Tampoco ha sentado muy bien la propuesta del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que promete ventajas fiscales a los pensionistas en épocas preelectorales, una suerte de "zanahoria populista" con el único fin de "lograr votos".