La circulación ferroviaria vivió una mañana de caos absoluto en la estación de Zamora, cuando un tren se quedó bloqueado en el cambiador de ancho, lo que impidió al convoy que llegaba desde Galicia continuar con su viaje a Madrid, que era precisamente el primero de la mañana, el que parte a las 8.50 horas hasta la capial de España.

El bloqueo, que suele ser habitual cuando se congelan los rodales y requiere una penosa labor de descongelación eje por eje para permitir el cambio de ancho de vía del Alvia, se vio en este caso agravado debido a que alguna de las ruedas se salió de su sitio. El resultado es que los trenes iban llegando a la estación de Zamora, cargados de pasajeros, pero no podían seguir su trayecto, ya que los que venían de Madrid estaban por la vía AVE, de ancho internacional y necesitaban pasar por el cambiador para proseguir viaje por la vía de ancho ibérico, mientras que a los procedentes de Galicia les sucedía lo contrario.

Entre unas cosas y otras hasta cuatro trenes coincidieron en un momento determinado en la estación de ferrocarril de Zamora, con un número de pasajeros que Renfe estima entre los 600 y 700. Los más perjudicados fueron los viajeros del tren que partía de Galicia de madrugada y debía recoger los pasajeros de Zamora que se desplazaban a Madrid a primera hora de la mañana, en el convoy que sale a las 8.50 horas. Sentados dentro de sus vagones o dándose una vuelta por el andén los pasajeros esperaron pacientes a que el Alvia que veían a lo lejos saliera de una vez por todas del cambiador de ancho para, según les prometían, entrar su convoy en el cambiador y así proseguir viaje hasta Zamora.

Sin embargo en tren no acababa de salir, los viajeros aumentaban su número, porque iban llegando los de otras expediciones y la primera solución, que era colocarlos todos en el mismo tren no estaba claro que fuera a ser la definitiva.

De hecho no lo fue. Los responsables de la estación y de Renfe se afanaban en comunicarse con sus servicios centrales para recibir instrucciones sobre cómo proceder y al final se estableció un sistema para que el tren que venía de Madrid dejara a los viajeros en Zamora y se diera la vuelta a la capital de España con los pasajeros que tenían que realizar ese trayecto, mientras que el Alvia que había llegado de Galicia se volvería hacia la vecina comunidad con el pasaje correspondiente.

Tras superar algún otro inconveniente (como la falta de gasoil suficiente en uno de los trenes para volver hasta Galicia) y algún trasbordo fallido de pasajeros entre un tren y otro (los que iban a Madrid primero montaron en uno, luego tuvieron que bajar y al final acabaron el otro), con la marcha de este primer convoy a la capital de España, tres horas y media más tarde de lo previsto, hacia las 12.20 horas, se fue solventando poco a poco el problema. Renfe daba por solucionado el incidente a primeras horas de la tarde, y el resto de los convoys circularon con normalidad.

Aunque la incidencia se debió a circunstancias meteorológicas suele ser habitual que en este tipo de casos Renfe reembolse el importe del billete a los viajeros afectados, indicaron fuentes de la compañía.