Quince horas seguidas nevando, aproximadamente desde las seis de la tarde del martes a las ocho de la mañana de ayer, dejaron el equivalente a 19,6 litros de agua convertidos en una capa blanca de varios centímetros de espesor que cubrió por completo Zamora y además, se congeló por las bajas temperaturas de más de tres grados bajo cero en algunos momentos. La ciudad amaneció convertida en una auténtica pista de patinaje a pesar de los desvelos del Ayuntamiento de la capital que según el concejal de Seguridad Ciudadana y teniente de alcalde, Antidio Fagúndez, actuó con toda la previsión posible ante un fenómeno nada habitual en la ciudad y que se defendió de las críticas ciudadanas que afearon la gestión del fenómeno meteorológico con datos: hubo cien empleados municipales trabajando en las calles y se utilizaron hasta 14 toneladas de sal para minimizar los efectos de la helada.

Y Antidio Fagúndez ofreció explicaciones: "Desde las seis de la tarde (del martes) nos pusimos a trabajar. Los servicios de Zamora Limpia empezaron a esparcir por la ciudad la sal para evitar la congelación en las principales vías. Sobre las nueve de la noche nos pusimos en contacto con la Unidad de Carreteras y la Junta de Castilla y León para coordinar los operativos. La jefatura de la Policía Local asumió la responsabilidad de la coordinación. Nos coordinamos con la Guardia Civil para impedir que los vehículos pesados entraran en la ciudad y evitar que pudiéramos tener algún tipo de colapso. Coordinamos con la Unidad de Carreteras, que tiene las máquinas quitanieves, la limpieza de las vías principales para llegar a los hospitales y que durante la noche se pudiera acceder si hubiera cualquier necesidad. Y se coordinó también con la Guardia Civil facilitar el acceso a estos centros. Durante la tarde se empezó a esparcir sal y a cortar las calles en previsión de que pudiera haber incidentes. Se cortó Cardenal Cisneros, desde la calle de la Libertad hasta la estación, se cortó la estación de Renfe desde la rotonda a la avenida de Cardenal Cisneros, la calle de Granados, la Cuesta de San Cipriano, la Bajada de los Tres Árboles, la calle de Túnel y un trocito de Candelaria Ruiz del Árbol". Precisamente la calle del Túnel y las dos vías de servicio de Cardenal Cisneros fueron las que más tardaron en recuperar la normalidad".

Por la mañana, se coordinó la actuación con la Junta de Castilla y León con el fin de priorizar la limpieza de los accesos a los centros de salud.