No solo llegó, sino que se adelantó a la previsión meteorológica. La nieve comenzó a teñir el cielo zamorano poco después de las cinco de la tarde, ante la sorpresa de quienes recorrían las calles de la ciudad y el escepticismo de quienes confiaban poco o nada en el parte del día. En apenas media hora, lugares especialmente reconocibles como el Puente de Piedra, la ribera del Duero o el Castillo volvían a lucir una imagen habitual en las zonas montañosas de la provincia, pero infrecuente en la capital.

La Delegación de Castilla y León había previsto ya la situación de alerta por nieve y hielo, en principio reservada para provincias como Zamora, Ávila o Segovia y, más tarde, extendida a toda la comunidad. El dispositivo de prevención durará hasta las 15.00 horas de hoy, aunque el efecto "navideño" de postal cuajó ayer en poco más de media hora.

Hay quienes aprovecharon las primeras capas blancas para emular tierras de cotas más altas, componiendo el clásico muñeco o bromeando -aunque no siempre haga gracia- con el clásico ir y venir de copos de nieve. Mientras, en el centro de Zamora los ciudadanos sufrían las consecuencias privados de capas de nieve mimetizadas por el suelo húmedo.