Un ladrón cumplirá dos años de prisión por entrar en una casa habitada en el municipio de Pobladura del Valle, cuando su dueño dormía, para robar, aunque solo pudo llevarse unas medallas y dos bolsas pequeñas que contenían 50 de las antiguas pesetas en monedas.

El imputado admitió haber irrumpido en la vivienda de noche para llevarse los objetos de valor y el dinero que pudiera localizar, lo que le permitió ver reducida la pena de prisión que exigía la Fiscalía Provincial que puede elevarse hasta los cinco años por la gravedad del delito al tratarse de un inmueble habitado y en el que su dueño estaba dentro.

El procesado cometió el robo en agosto de 2016, en el mes de agosto, mientras el dueño del edificio se encontraba durmiendo, quien acabó por despertarse si bien no pudo ver al delincuente porque le deslumbró con la linterna que llevaba.

Para acceder a la casa, el delincuente aprovechó la zona del patio, para lo que saltó el muro de ladrillo que lo delimitaba y, una vez dentro del recinto, se dirigió al inmueble y consiguió llegar al interior a través de una ventana.

El ladrón llegó hasta el dormitorio del propietario del inmueble, donde se encontraba acostado en su cama y dormido, si bien la presencia del desconocido terminó por despertarle, lo que explicaría que no pudiera llevarse más objetos de valor de los que había en el interior de la vivienda, ante el miedo de que otros vecinos pudieran acudir en auxilio del vecino de Pobladura.

El acusado abandonó las dependencias al percatarse de que le había descubierto, pero antes dirigió la linterna a los ojos del dueño de la casa para impedir que pudiera verle y reconocerle.

Pero el ladrón dejó rastro: restos de un guante de látex de los que llevaba puestos para no dejar las huellas. La Guardia Civil encontró trozos del guante nade menos que tres puntos de la casa. Una vez recogidos y analizados, los restos de ADN permitieron identificar al protagonista del robo. Su localización posterior no fue difícil, puesto que tenía antecedentes penales y cuando la Guardia Civil cotejó los datos del ADN se le pudo hallar.

El acusado evitó que se celebrara el juicio, ya que, ante las pruebas que le situaban en el lugar del suceso sin lugar a dudas, decidió admitir haber entrado en la vivienda para llevarse joyas y dinero, con lo que su abogado pudo llegar a un acuerdo con la fiscal, que le solicitó la atenuante de reconocimiento del delito y dejó la solicitud de cárcel en dos años, la pena mínima que permite el Código Penal. El acusado manifestó su conformidad con los términos del acuerdo ante la magistrada del Juzgado de lo Penal, que dio lectura al contenido de la condena que notificará en los próximos días.