"Prototipo de sistema híbrido "mecánico-realidad virtual" para la simulación de accidentes de tráfico" es el título del que será el proyecto de fin de grado de las alumnas de la Escuela Superior Politécnica María de la Calle Abilio (Ingeniería Mecánica) y Alejandra Ospina Bohórquez (Ingeniería Informática en Sistemas de Información), tutorizadas por los profesores Manuel Pablo Rubio y Roberto José García.

Detrás de este título se encuentra una idea innovadora, que va más allá del 3D que se conoce hasta ahora. "El reto está en aunar la realidad virtual con la mecánica, para que respondan al unísono a los estímulos" resumen. Y es que el prototipo constaría de un asiento que no solo hace sentir al conductor que está en carretera, sino que lo que está viendo a través de las gafas 3D -chocar con un árbol, volcar tras un giro inesperado- lo note con el movimiento. "Con la realidad virtual ya sientes que estás dentro, pero el objetivo es mezclar ambas sensaciones, que sientas el impacto, la vibración. E incluso con efecto de sonido o cristales rotos. Todo eso acerca al conductor más a la realidad y el cerebro hace el resto", explica Rubio. "La parte más complicada es conectar lo virtual con el asiento, los motores... Tienen que responder lo más rápidamente posible a lo que ocurre en el 3D y al revés, que cuando me golpee o me gire, se vea a través de las gafas", añade su compañero Roberto José García.

Las alumnas son muy conscientes de que lograr esa realidad virtual inmersiva va a suponer un camino muy arduo. "Primero tenemos que aprender bastantes cosas antes de comenzar, pero cuando tengamos la base necesaria, se avanzará mucho mejor", aspiran. "Es un tema de investigación y desarrollo, por lo que se complica un poco más el proyecto", reconocen. Un trabajo que deberán además finalizar en tiempo récord, ya que es junio cuando se entregar los proyectos de fin de grado.

En estos meses deberán dar forma, por tanto, a una aplicación que conecte el mundo virtual con lo que siente una persona cuando tiene un accidente de tráfico mientras va por un entorno en el que puede ver y oír lo que está a su alrededor. El sistema mecánico se centrará en un asiento que recibirá las sensaciones del impacto, que en este caso se hará frontal y con posterior vuelco.

Las aplicaciones de este prototipo pueden interesar, y mucho, a las empresas, sobre todo las centradas en el ámbito de la formación, para temas de seguridad vial o en mantenimiento. "Inicialmente se podría emplear para dar cursos a los conductores profesionales, para que conozcan la sensación de choque y sepan reaccionar a tiempo, les otorgue una experiencia", pone como ejemplo García, quien valora la idea de sus alumnas. "Es una propuesta muy potente y con muchas vías de comercialización. Estamos en el momento de que la realidad virtual dé el salto definitivo y creo que esa es la clave del éxito de este proyecto", valora.

El proyecto de estas alumnas del Campus Viriato ha llamado la atención del Programa de Prototipos Orientados al Mercado que desarrolla la Universidad de Salamanca. De hecho, de los 15 proyectos que entran este año en la convocatoria, el de la Escuela Politécnica ha sido el mejor valorado.

El programa de prototipos se encuadra dentro del abanico de actuaciones TCUE (Transferencia de Conocimiento Universidad Empresa), gestionado por la Fundación General de la USAL y financiado por la Consejería de Educación de la Junta.

Los estudiantes cuyos proyectos han sido elegidos tendrán una beca de mil euros, un espacio físico para su desarrollo, tutela académica por personal docente investigador de la USAL, la realización de talleres gratuitos sobre protección industrial e intelectual y creación de empresa, la posibilidad de crear un plan de comercialización e incluso la tutela para elaborar un plan de negocio.

"Son conocimientos que no te ofrecen en la carrera y que resultan muy útiles", agradecen las estudiantes de la Escuela Superior Politécnica, que acudirán a los talleres en Salamanca en estas próximas semanas.