El Comité Europeo de las Regiones considera que "la ampliación de la banda ancha rural y el reto del acceso hasta el último kilómetro están directamente vinculados a la posición dominante del mercado y a los proveedores. Esta cuestión no se resolverá hasta que el marco regulador incentive la entrada de operadores alternativos para desplegar las redes de acceso de nueva generación y aliente el desarrollo de la innovación dirigida por las comunidades". Además, se insta a establecer unas "normas básicas tolerables" para la banda ancha que, además de garantizar la fiabilidad del acceso a Internet, también puedan prevenir futuros cambios enl a prestación del servicio". Es decir, novedades que no se queden obsoletas a primeras de cambio.

El Comité es consciente de que de nada sirve la tecnología sin formación y "considera que los agricultores y el sector agrícola en general deberían ser un grupo prioritario para la formación digital, con vistas a facilitar la comprensión y el desarrollo de instrumentos y métodos para la agricultura digital".