Una pareja ha sido condenada a un año de prisión (seis meses cada uno de los integrantes) por un delito de estafa cometido al pagar la compra de un teléfono móvil de 713 euros con una tarjeta de crédito robada. Los delincuentes, que sustrajeron la cartera de una mujer en una tienda, utilizaron la tarjeta de crédito de la víctima días después para abonar la adquisición del terminal. La Policía Nacional pudo localizar a los dos ladrones porque el encargo del móvil lo realizaron por Internet, dejando el rastro del IP que permite identificar al titular del computador que carga el gasto en la tarjeta de la víctima. Los dos estafadores han pagado ya los 713 euros y admitieron ayer en el Juzgado de lo Penal haber cometido el delito, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía.