La Policía de Zamora sigue la pista a ocho personas, seis mujeres y dos hombres, que se dedican a robar tarjetas de crédito en España y Portugal para sacar dinero en efectivo, cantidades que superan los 76.000 euros, según 25 denuncias por hurto interpuestas por las víctimas, una de ellas zamorana, a la que copiaron el número secreto tras observarla mientras lo tecleaba en la caja de un supermercado cuando iba a pagar.

Tres de estos sospechosos, integrantes de una organización criminal y también sospechosos de una veintena de delitos de estafa -al usar las tarjetas para comprar haciéndose pasar por sus dueños-, se aproximaron a la vecina de la capital cuando esta estaba a punto de entrar en su vehículo, momento en el que dos de ellos le pidieron ayuda, con un mapa, para encontrar una calle de la capital, de modo que, mientras la mujer les respondía dos de ellos, el otro se llevaba el bolso que la zamorana acaba de dejar en la parte de atrás, de acuerdo con la información facilitada por la Comisaría de Zamora.

La investigación se inició en Zamora en el mes de octubre de 2017, tras la denuncia de esta víctima que fue abordada en un conocido supermercado de la capital, cuyas cámaras de seguridad han sido decisivas para que la Policía Nacional pudiera identificar a los delincuentes, cuya localización resulta difícil debido a que se trata de un grupo de "extraordinaria movilidad", que se desplaza por todo el país pare delinquir y pernoctan cada noche en una localidad diferente.

La Policía Nacional de Zamora ha logrado la identificación de ocho personas integrantes de un grupo criminal, que se desplazaban por España y Portugal, como autores de al menos veinticinco delitos de hurto y otros tantos de estafa. Los integrantes de este grupo, previo reparto de funciones, se habían especializado en observar los números pin de las tarjetas bancarias que marcaban los clientes al pagar en los supermercados para, posteriormente, distraerles en el aparcamiento con el fin de sustraerles sus tarjetas bancarias. Una vez que tenían las tarjetas en su poder no dudaban en utilizarlas para sacar dinero en efectivo de los cajeros y realizar comprar en otros establecimientos. Por el momento, los veinticinco delitos que se les atribuyen han causado un perjuicio económico a las víctimas que sobrepasa los 76.000 euros, no descartando el aumento de esta cantidad, debido al esclarecimiento de más denuncias existentes y a la posible aparición de nuevas víctimas.

Los agentes iniciaron las investigaciones en el mes de octubre del pasado año a raíz de la denuncia de una vecina de Zamora a la que le fueron sustraídas las tarjetas en el aparcamiento de un conocido supermercado de la capital.