El sexto aniversario de la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy, que se ha cumplido este fin de semana, ha servido como marco para sacar a la luz "el impacto muy negativo sobre el empleo y sobre las condiciones laborales" que ha tenido, según los sindicatos y los partidos de la oposición. Si en España los datos pueden soportar varias lecturas en Zamora la situación solo admite una interpretación. El mercado laboral ha ido claramente a peor en estos seis años.

Las comparaciones son negativas tanto con los datos del INE como con los del Servicio Público de Empleo Estatal o los del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Por partes, la Encuesta de Población Activa deja un panorama donde es difícil encontrar algo positivo que subrayar -hay que comparar los datos del último trimestre de 2017 con los del mismo periodo de 2011, los vigentes cuando se aprobó la reforma laboral-. La cifra de parados se sitúa, según las últimos datos, en 13.600 personas frente a las 13.800 de hace seis años. Es una reducción muy leve.

Por lo que respecta a los ocupados, la EPA refleja una pequeña subida que se encarga de echar por tierra el Instituto Nacional de la Seguridad Social. El Instituto Nacional de Estadística indica, en su última encuesta, que Zamora tiene 68.000 trabajadores ocupados por los 66.000 del mismo periodo del año 2011. Sin embargo los datos del INSS, más fiables a este respecto, indican que la cifra de cotizantes ha caído desde los 58.471 hasta 56.346. Es decir, con los datos del INSS, ahora hay dos mil personas menos cotizando a la Seguridad Social que hace seis años.

Las cifras de parados que maneja el Servicio Público de Empleo Estatal han mejorado. Y lo han hecho con cierta fuerza, pues Zamora ha pasado de tener 17.425 personas apuntadas a las listas del ECYL a 13.467 según los últimos datos. El cruce de estos datos con los del INSS chirría porque mientras unos dicen que hay menos parados otros dan fe de que la población ocupada ha ido a la baja. Para encontrar una salida al conflicto hay que ir a un tercer registro, el de población. En los últimos seis años -con los datos del INE en la mano- la población de la provincia de Zamora ha mermado en más de 14.000 personas hasta romper -a la baja- la barrera de los 180.000 ciudadanos según los últimos registros. Hay menos trabajadores y hay menos parados por una sencilla razón, y es que Zamora tiene menos habitantes. Pero esto indica, además, que la reforma laboral no ha conseguido crear puestos de trabajo en la provincia.

Por lo demás, la contratación se ha mantenido en unas cifras semejantes y la firma de acuerdos laborales indefinidos no ha variado significativamente entre el año 2012 y el 2018. Zamora no ha pasado, ni entonces ni ahora, del 10% de contratos indefinidos sobre el total de acuerdos laborales enviados a los servicios públicos de empleo.

Sí que es relevante lo que durante este periodo ha sucedido con las prestaciones por desempleo. En 2012 el 53% de los parados de la provincia -9.278 concretamente- recibían algún ingreso procedente de las arcas públicas. Ahora, una situación que ya se arrastra desde hace muchos meses, menos de la mitad de los parados no reciben oficialmente ningún ingreso. Las prestaciones medias también han ido a la baja. Los parados que cobraban subsidios y prestaciones a comienzos del ejercicio 2012 percibían una media de 807 euros mensuales mientras que ahora cobran, siempre como término medio y según el SEPE, 786.

La explicación a este doble fenómeno hay que buscarla en varios puntos. Primero, ahora hay menos parados con derecho a prestación porque los desempleados de larga duración ya han agotado los recursos. Segundo, las prestaciones han ido a la baja por las reformas legislativas introducidas y porque los que se incorporan ahora a las listas del paro lo hacen, como norma general, con unos sueldos más bajos que los que se quedaban sin empleo en 2012.