La mitad de los niños menores de cinco años que viven en la provincia de Zamora lo hacen en la capital, lo que contribuye a esa despoblación rural que lastra a los municipios más pequeños del territorio. No obstante, la ciudad también sufre los efectos de la crisis de la natalidad y los datos del INE así lo reflejan, a razón de 300 niños menos que hace una década. Los pequeños, por lo tanto, representan apenas el 2% de la población total en Zamora.

Los municipios aquejados de esta sangría en la natalidad son Abezames, Alfaraz de Sayago, Arcos de la Polvorosa, Argañín, Bretó, Bretocino, Brime de Urz, Castronuevo, Cerecinos de Campos, Cernadilla, Cotanes del Monte, Espadañedo, Fresno de la Polvorosa, Friera de Valverde, Fuentesecas, Gallegos del Pan, Justel, Losacino, El Maderal, Mahíde, Manzanal del Barco, Matilla de Arzón, Matilla la Seca, Otero de Bodas, Piedrahíta de Castro, Pinilla de Toro, Porto, Pozoantiguo, Prado, Pueblica de Valverde, Quintanilla del Monte, Quintanilla del Olmo, San Cebrián de Castro, San Martín de Valderaduey, Santa María de Valverde, La Torre del Valle, Valdefinjas, Videmala, Villabrázaro, Villaferrueña, Villageriz, Villalba de la Lampreana, Villalube, Villamayor de Campos, Villanueva de Campeán, Villanueva de las Peras, Villar de Fallaves, Villárdiga, Villardondiego, Villaveza de Valverde y Villaveza del Agua.