Con cautela han recibido los sindicatos de profesores la medida lanzada por el Gobierno de poner en marcha un MIR educativo que sirva para formar a los futuros docentes de una manera similar a la de los profesionales del sistema sanitario, con dos años de prácticas por delante. Sin apenas conocer con más profundidad la propuesta -puesto que el PP no ha especificado los detalles- los profesores exigen más datos para valorar la medida.

Lo que sí tienen claro es que las condiciones laborales se deben respetar. "No podemos permitir que esto sirva para precarizar la figura del interino y que no se equipare al resto de profesores si va a desempeñar un mismo trabajo en igualdad del condiciones", apunta Miguel Álvarez, presidente provincial de Aspes. "Desde el punto de vista laboral puede suponer un riesgo si a estos profesores no se les paga igual que a los interinos reales. Si ello conlleva dos años de precariedad laboral, estaremos en contra", justifica.

En la misma línea se mueven los responsables del otro sindicato de profesores, ANPE, donde se reconoce la importancia del MIR educativo "pero vinculado a una ley de la profesión docente y en un estatuto docente". Para este colectivo, este nuevo sistema "debe buscar un equilibrio entre experiencia docente y formación académica, y reforzar el proceso de selección previa y el periodo de prácticas de los aspirantes, con una duración uniforme para todo el territorio nacional", puntualizan. "Podría ser un buen sistema de futuro si consiguiéramos prolongarlo con una verdadera carrera profesional y si está incardinado en un conjunto de reformas del sistema", añaden.

También quieren saber más sobre su puesta en marcha porque, como indica el responsable de Aspes, "si las prácticas son anteriores a la oposición, entendemos que serían inviables, porque tendrían derecho a hacerlas todos los que hubieran hecho el máster que habilita para dar clase y sería inabarcable para los institutos absorber a tantos profesores".

No les es ajeno a los sindicatos que todo este movimiento viene provocado por los primeros contactos que se están llevando a cabo para poner en marcha el deseable Pacto de Estado por la Educación. "Están aportando ideas para intentar consensuarlas, pero lo que no pueden hacer es simplemente esbozarlo y no explicar el contenido real, porque así no podremos posicionarnos de una manera segura", razona Álvarez.

Por su parte, desde ANPE se añade que en este pacto tiene que estar muy presente la figura del profesor, "si no, nunca será efectivo y habremos perdido una nueva oportunidad", señalan. Además, este acuerdo "servirá de base para que el Gobierno elabore un proyecto de Ley Básica de Educación, que sustituya la legislación vigente y que nazca con vocación de estabilidad, para adaptar la educación a los nuevos retos y exigencias de una sociedad en continuo cambio y transformación", finalizan.