Además del elevado envejecimiento de la provincia y del bajo índice de nacimientos, la ausencia de empresas que puedan generar un número importante de puestos de trabajo se ha consolidado como una de las grandes causas de la pérdida demográfica que arrastra la provincia de Zamora. Es un hecho que la mayoría de las personas que abandonan la provincia para instalarse en otros territorios del país son individuos jóvenes, en edad de trabajar y en algunos (bastantes) casos con importante formación académica. Emigran a provincias donde hay más oportunidades laborales.

El Servicio Público de Empleo pone cifras a esta realidad. En los nueve primeros meses del año pasado (entre enero y septiembre, hasta donde alcanzan las estadísticas) el saldo registrado al cruzar el número de personas que salen de la provincia para buscar empleo y las que llegan a Zamora por un puesto de trabajo fue, como sucede desde hace más de una década (con alguna laguna), negativo para la provincia. Salieron 5.350 personas más de las que entraron. Esto da una media que indica que Zamora perdió cerca de veinte trabajadores al día entre enero y septiembre. La buena noticia, si se la puede catalogar así, es que esto no quiere decir que los trabajadores afectados hayan cambiado su residencia, pues pueden seguir viviendo en Zamora si han conseguido un puesto de trabajo en provincias limítrofes.

El año 2011, ya en plena crisis económica, fue el último en el que Zamora acogió a más trabajadores de los que dejó escapar. La razón es que la movilidad interprovincial se redujo, en el conjunto de España, a niveles desconocidos por la falta de ofertas laborales. Al no haber tampoco trabajo en las principales provincias receptores, los viajes por este motivo descendieron.

Por provincias de destino, en contra de lo que se pueda pensar, no es Madrid la que más zamoranos recibe por motivos laborales. Valladolid aparece, a bastante distancia de la segunda, como la primera provincia de este particular ranking. Solo en el tercer trimestre del año pasado cerca de mil zamoranos encontraron un puesto de trabajo en la provincia vecina, siempre según los datos de los servicios públicos de empleo. Son más de diez al día. Madrid aparece la segunda de la lista, con aproximadamente la mitad de contratos que Valladolid. Completan el ranking de las provincias que más zamoranos reciben León (con 485 solo en el tercer trimestre), Salamanca (con 467) y Barcelona, con 116. En este último caso y en el de Madrid se trata, casi al cien por cien, de personas que han tenido que cambiar también de residencia.

Por edades, un análisis de los datos del SEPE evidencia que los menores de 30 años son los que registran mayores cotas de movilidad. La diferencia entre los que entraron y salieron en el tercer trimestre del año pasado es negativa en más de setecientas personas. A este colectivo le sigue el de trabajadores de entre 30 y 45 años y, por último, están los de mayor edad.

Por niveles formativos, Zamora ha perdido más de mil trabajadores con estudios superiores en los tres primeros meses del año pasado. Los universitarios son los que registran mayor tasa de movilidad, seguidos de los que solo tienen estudios primarios o no son capaces de acreditar su nivel formativo.

Servicios es, por el mayor número de trabajadores, el sector que más movilidad registra. Zamora pierde efectivos en todas las áreas económicas salvo agricultura y construcción, donde el saldo es positivo.