Por primera vez desde su construcción, en el primer tercio del siglo XIX, el cementerio municipal de San Atilano contará con una parcela reservada para enterramientos de religión islámica. El Ayuntamiento de Zamora y la comunidad musulmana de la capital han llegado a un acuerdo para habilitar un espacio en el camposanto donde los ciudadanos que profesen esta fe puedan sepultar a sus seres queridos. Se trata de una treintena de espacios diseñados acorde con la tradición islámica. Esto es, orientados hacia La Meca, una sola persona por sepultura y separados, en cierta medida, de los lugares habilitados para otras religiones. Ahora bien, el rito musulmán deberá también cumplir la normativa local y por ello todos los cadáveres deberán ser enterrados en féretros por cuestiones de salubridad. "No es un problema", aseguran.

Hace tiempo que la comunidad musulmana de Zamora y el Ayuntamiento entablaron conversaciones para habilitar un espacio en el cementerio de San Atilano que permitiera realizar enterramientos acordes a la tradición cristiana. "En la capital existe una importante comunidad islámica cuyos hijos ya son zamoranos", apunta el concejal encargado del área, Christoph Strieder. "Hasta ahora no existía la oportunidad de enterrar a sus seres queridos aquí, en la ciudad donde viven o donde han nacido. Las opciones pasaban por ir a morir a sus países de origen, trasladar los cadáveres después de muertos o enterrarlos en cementerios islámicos de España, como por ejemplo en Madrid", explica el edil. "Y creemos que ya era el momento de que esos zamoranos pudieran tener a sus seres queridos en Zamora", añade Strieder.

De acuerdo con este planteamiento, el Consistorio ha decidido reservar un espacio con 30 sepulturas en San Atilano para enterramientos de religión islámica. "Se trata de una parcela que de algún modo separaremos del resto de enterramientos. En algunos lugares se hace con muros, pero creemos que no es oportuno para que no exista ningún tipo de predominio entre religiones, así que lo haremos a través de arbustos", señala el edil encargado del camposanto.

La tradición islámica, por último, tiene una serie de preceptos en el rito funerario a los que ha habido que adaptarse a la hora de habilitar este espacio. "Hemos procurado diseñar las sepulturas con las características y orientación adecuada", indica Strieder. "Los cadáveres deben descansar recostados del lado derecho y con la cara mirando hacia La Meca. También la tradición dicta que los cuerpos han de ser enterrados sin ataúd, pero nuestra normativa no lo permite, así que tendrán que adaptarse", relata el edil encargado del área. "No obstante, para ellos no será ningún problema enterrar a sus seres con féretro y así nos lo han manifestado. Siempre podrán arrojar tierra dentro del propio ataúd", concluye el concejal.