El intenso frío de este sábado no fue obstáculo para que la águedas de San José Obrero volvieran a sacar en andas a su patrona por las calles del barrio para celebrar esta festividad que da protagonismo a las mujeres. Tras la procesión, mujeres y acompañantes celebraron una misa castellana en la iglesia del barrio, a la que siguió la tradicional invitación a pastas y vinos en el local de la parroquia, para finalizar la jornada con una cena de hermandad, organizada por las mayordomas de este año.