Este sábado, la Policía arrestaba a un joven de 21 años, pillado "in fraganti" haciendo un grafiti en un edificio del mirador de San Bernabé, mientras otros compañeros tuvieron tiempo para huir. La detención, que pone el foco en el malestar ciudadano por este tipo de prácticas, desnuda otro mito: el de la camaradería entre ilustradores.

Son ya muchos los propietarios zamoranos que han optado por encargar una de estas pinturas en sus fachadas, en la confianza de frenar venideros grafitis inoportunos. Pero, ¿qué hay de esa camaradería en ejemplos como el de San Bernabé?