El exingeniero jefe del Servicio de la Unidad de Carreteras de Zamora, de iniciales R.T.R., y su esposa, P.C.Ch., contrataron la construcción de su chalé de Roales del Pancontrataron la construcción de su chalé de Roales del Pa, "con entrega de llave en mano", con la empresa, Cisa Castilla S.L., que "formaría" con Contratas Iglesias la UTE Puebla de Sanabria. En dicho contrato el matrimonio figuraba como promotor de la obra, cuya posible financiación ilegal se investiga. El juez que instruye la causa apunta en el auto de procedimiento abreviado que, al menos, parte del inmueble se pagó con facturas falsas que simulaban ser de obras en firmes de la A-52 y de la N-VI.

En el sumario de esta causa se aportan facturas por la "rehabilitación del firme" de esas vías públicas a la UTE del sector sanabrés Z-4 y que se correspondían a ejecuciones del chalé del exingeniero jefe, de acuerdo con la declaración del propietario de la empresa Perforaciones Roinsa, R.C.S., también investigado por la falsificación de esos documentos. En su declaración manifestó que actuó como si se tratase de ejecuciones en carreteras porque "sería la única forma de cobrar", le indicó el delegado de Cisa, C.S.D., también investigado. Fue la UTE, pues, quien abonó esas cantidades, que finalmente la adjudicataria del mantenimiento de carreteras endosa al Fomento, de acuerdo con las facturas aportadas y que figuran en la causa.

El encargo del proyecto de la vivienda a un arquitecto fue realizado por el jefe de obra de Cisa Castilla, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso La Opinión-El Correo de Zamora, en la que se detalla que este mismo profesional había trabajado antes con esa empresa en un proyecto de un centro de salud que él diseñó y que la Administración adjudicó a esa sociedad. El arquitecto confirmó ante el juez que investiga esta pieza separada del caso de fraude al Ministerio de Fomento que el propio exingeniero jefe, acusado de delitos de estafa, cohecho, falsedad documental y malversación de caudales públicos por esta causa, le entregó los bocetos y unos planos de cómo quería que le quedara la casa. Fue el matrimonio quien, tras entrar en quiebra Cisa Castilla, contactó con el arquitecto para hacer el final de obra, según afirmó, si bien "cree que el proyecto se lo pagó" la empresa y "el final de obra los propietarios", así como los honorarios pendientes. La proporción de los pagos, de acuerdo con el auto judicial, fue del 70% Cisa y el 30%, por la dirección y final de obra, de R.T.R., "ascendiendo el total a 7.000 euros". Del mismo modo, según recoge el sumario, confirmó que cuando se hace una contratación "con entrega de mano en llave, la paga la empresa", lo que vendría a corroborar que la vivienda valorada en 300.000 euros, edificada en los números 13 y 15 de la calle del Camino del Cementerio, pudo costearse, al menos, en parte por una empresa de la UTE , adjudicataria de la Unidad de Carreteras, de la que era ingeniero jefe el investigado.