En "una nota manuscrita", de puño y letra del delegado de la empresa Cisa Castilla, de iniciales C.C.D., también investigado en esta causa, indica al dueño de la Perforaciones Roinsa, que estaba edificando, "que debía emitir las facturas por la construcción del chalé de R.T.R.", entonces ingeniero jefe de la Unidad de Carreteras de Zamora, "a nombre de la UTE Puebla de Sanabria, pues sería la única forma de cobrar", según recoge el auto del procedimiento abreviado dictado por el juez. El empresario, acusado de falsificación documental, R.C.S., aseguró que le dijo que debía emplear el concepto de "rehabilitación del firme en las carreteras A-52, tramos Puebla de Sanabria-Requejo e inserción N-VI-L.P. Orense, provincia de Zamora, desmontaje de barrera de seguridad doble onda y barandilla".

Las facturas así emitidas que han podido adjuntarse a la causa ascienden a más de 50.000 euros, dinero que finalmente las paga el Ministerio de Fomento, puesto que es quien contrata a la adjudicataria del mantenimiento de las carreteras en Puebla, es decir, la UTE. De modo que, el juez sostiene en su auto que "la empresa Perforaciones Roinsa ninguna actuación realizó en la citada obra de la autovía A-52 y en la N-VI", tal es así que su propietario "desconocía el lugar en el que se ubicaban dichas carreteras y kilómetros", por tanto, indica en su auto, la zona donde supuestamente se llevaron a cabo las puestas intervenciones.

Estas facturas que se remitían a nombre de Cisa Castilla, que trabajaba para la UTE o para esta Unión Temporal de Empresas Puebla de Sanabria, "habrían recibido el visto bueno del jefe de obra" de la empresa Cisa en la UTE, de iniciales M.S.A., en el periodo que va desde 2011 a julio de 2013, y revisaba lo ejecutado para después facturar "trabajos que en realidad se correspondían con el chalé" al Ministerio de Fomento, a través de la UTE.