El presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, Julio Sanz Orejudo, no le anduvo a la zaga al decano del Colegio de Zamora en su tono reivindicativo cuando puso de relieve "la falta de respeto, de medios, las dilaciones indebidas" que sufren los abogados, si bien recordó la necesidad de seguir colaborando con la Administración de Justicia, "actuando con rigor y respeto porque lo merecen los ciudadanos. A los abogados del siglo XXI, representados por los jóvenes que juraron respetar las leyes, les instó a mantener los valores de la profesión, adentrados ya en la era telemática o del abogado online. Su actividad deber regirse por "el compromiso, el respeto, la excelencia, la solidaridad", con la vista puesta en "la defensa de la libertad e independencia de la Abogacía y el Estado de Derecho", sin perder "la función de pacificación social que nos atribuye la Constitución".