"Las cantidades propias de limosna" que perciben los abogados de oficio como minuta, congelada desde 1996, abrió de nuevo ayer el discurso reivindicativo del reelegido decano del Colegio de Abogados de Zamora, Norberto Martín Anero. "Esto no es justo ni para quien presta el servicio ni para quien lo recibe" y "nos preocupa", ya que los abogados tienen el encargo constitucional de ser "garantes de los derechos y libertades de los ciudadanos", lo que convierte esta profesión en "una de las más importantes".

El presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, Julio Sanz Orejudo, tomó el guante y, preocupado "por el grave problema de la justicia social", se comprometió a elevar la queja al Consejo General, como ya ha hecho con propuestas de la Junta Directiva zamorana, para que exigir al Ministerio de Justicia que ponga fin al agravio comparativo de Castilla y León respecto de comunidades con competencias transferidas. Martín Anero volvió a incidir en que "en Zamora los abogados de oficio cobran menos de la tercera parte" que en esas regiones.

El decano tuvo reproches para los gobernantes, al poner sobre la mesa "la zozobra" que causa la despoblación, "el problema más grave" para indicar que "si no se toman medidas de calado, Zamora no existirá". Alba Román Rivera, Carmen Blanco Baeza, Manuel Bahamonde Blanco, Eduardo Fuentes Boyano y Andrés Nafría Fernández, los cinco letrados que se incorporan al Colegio, "a la savia nueva", les recordó la gran labor que tienen por delante, ya que los ciudadanos ponen en sus manos "sus bienes más preciados: su patrimonio, su honor, su libertad y su seguridad".

Martín Anero, reelegido por otros cinco años, que tomó posesión del cargo junto al diputado cuarto, Gabino Carro Espada; la tesorera Ana Isabel Antón Sánchez; el diputado segundo Marco Antonio Furones; y el bibliotecario Marcial Boizas Román, ensalzó a los doce compañeros que celebran sus 25 años de ejercicio, que recibieron la insignia de plata del Colegio, "un premio a la constancia".

Reconocimiento a la mujer

La medalla al servicio de la Abogacía de Castilla y León recayó en Concepción Moral Turiel, la cuarta mujer colegiada en Zamora, reconoce su trabajo como secretaria del Colegio durante diez años, "su esfuerzo en beneficio de todos", en palabras del decano. Un símbolo del compromiso con la igualdad de género que puso de relieve Sanz Orejudo, "un caballo de batalla" del Consejo regional.