Las bajas retribuciones del Ministerio de Justicia a los abogados del turno de oficio, una tercera parte de lo que se cobra en otras comunidades autónomas, "más propias de una limosna que del pago de un servicio", volvieron a centrar el discurso reivindicativo del decano del Colegio de Abogados, Norberto Martín Anero Avedillo, durante el acto de toma de juramento de nuevos letrados inscrito en la festividad del colectivo, al que acudió el presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, Julio Sanz Orejudo, quien incidió en "el grave problema de la justicia social" y recogió el guante de las reivindicaciones de Zamora para plantearlas ante el Gobierno central del PP.

Martín Anero Avedillo criticó la dejadez del Ministerio que mantiene congeladas desde 1996 las retribuciones al turno de oficio, lo que "no es justo ni para el que presta el servicio ni para quien lo recibe" y constituye un motivo de preocupación para la profesión de la Abogacía porque "somos profesionales del derecho, única profesión que la Constitución menciona en cuatro ocasiones como garante de derechos y libertades de los ciudadanos, es una de las más importantes profesiones" y su precariedad repercute en el desempeño de esas destacadas funciones. Incidió, además, en el carácter empresarial de los despachos de abogados, muchos de ellos con personas contratadas.

Martín Anero Avedillo destacó la distinción a la zamorana Concha Moral Turiel, a la que se otorga la Medalla al Servicio Abogacía de Castilla y León, en reconocimiento a su dedicación como secretaria del Colegio de Zamora durante diez años, "su esfuerzo en beneficio de todos" y su trayectoria profesional a quien fue la cuarta mujer colegiada en Zamora, un galardón que simboliza el compromiso con la igualdad de género que se ha impuesto este organismo, en palabras de su presidente Sanz de Orejudo.

El decano del Colegio de Zamora tuvo palabras de bienvenida y aliento para los cinco nuevos abogados que juraron cumplir con las leyes en el desempeño de sus funciones (cuatro de ellos de la mano de sus padres, abogados ya en ejercicio), "savia nueva" que demuestra que la el colectivo "está vivo" y que se inician en una "difícil profesión, pero apasionante también", a quienes recordó que los ciudadanos "ponen en nuestras manos sus bienes más preciados: su patrimonio, su honor, su libertad y su seguridad". Al estrado de la sala de lo Criminal de la Audiencia Provincial fueron subiendo, Alba Román Rivera, Carmen Blanco Baeza, Manuel Bahamonde Blanco, Eduardo Fuentes Boyano y Andrés Nafría Fernández para formalizar su incorporación al colectivo profesional.

La celebración del patrón incluyó también la imposición de la insignia de plata a doce abogados en reconocimiento a sus 25 años de ejercicio, en representación de los que habló la abogada Rosa García Álvarez, que rememoró los inicios de la promición de 1992, algunos de los cuales decidieron crear la Asociación de Jóvenes Abogados. Los nuevos cargos de la Junta Directiva que se renovaban tomaron posesión en la apertura del acto oficial de la festividad de los abogados. El del propio decano, Norberto Marín Anero Avedillo, era el primero en subir al estrado y sellar su compromiso por otros cinco años al frente del Colegio, seguido de Gabino Carro Espada como diputado cuarto; Ana Isabel Antón Sánchez, como tresorera; Marco Antonio Furones, como diputado segundo; y Marcial Boizas Román, como bibliotecario.