El propietario de la perra de raza galgo que tuvo que ser sacrificada tras sufrir una infección generalizada provocada por la falta del cuidado de heridas en una pata provocadas por atropello acaba de ser condenado a tres meses de prisión y a un año de inhabilitación para tener animales o ejercer profesión o comercio relacionados con animales. La magistrada del Juzgado de lo Penal le condena por un delito de maltrato animal, después de que el dueño de la galga admitiera los hechos que le imputaba la Fiscalía Provincial, entre ellos, no solo la falta de cuidados, sino el que le causara heridas al golpearla la madrugada del 29 al 30 de diciembre de 2015, según la denuncia de una vecina a la Policía Municipal, que acudió a la finca en la que se encontraba el animal, en la carretera de Almaraz.

Allí, los agentes pudieron observar el mal estado físico en el que se encontraba la galga, con la cabeza introducida entre la valla de la finca, donde estaba atrapada, con heridas abiertas. El imputado, vecino de la capital, habría causado arañazos y desgarros al animal, que tenía "deshidratado y comatoso, con alteración de todas las constantes vitales y signos de septicemia", una infección generalizada, por lo que el veterinario tuvo que sacrificar al animal. Los quejidos del can durante la agresión alertaron a la vecina que decidió poner el suceso en conocimiento de la Policía Local el 30 diciembre por la tarde, que se desplazó hasta la finca.