Un condenado por maltrato, que porta la pulsera con localizador gps tras salir de prisión, su hermano y un amigo se enfrentan a nueve años de prisión (tres cada uno de ellos) y 7.200 euros de multa a cada uno de los acusados por un delito de obstrucción a la justicia (dos años de cárcel); además de otro delito de lesiones psicológicas que se imputa al exmarido de la víctima de violencia de género, de iniciales M.G.F. (un año de reclusión); y otro de amenazas por el que responden solo los otros dos acusados, J.R.H. y A.F.F. (un año para cada uno). La Fiscalía solicita a la magistrada la que imponga a los tres la prohibición de aproximarse a la exesposa y víctima de violencia de género, que ayer no pudo contener las lágrimas mientras declaraba tras un biombo en el Juzgado de lo Penal. La acusación eleve hasta cinco años la petición de condena para cada uno.

El cuarto imputado en la causa, I.A.M.H., se enfrenta a una multa de 21.600 euros y seis meses de alejamiento de la mujer, a quien su abogada tuvo que tranquilizarla tras el biombo por el estado de nervios y angustia en el que se encontraba. Renunció entre lágrimas en el mismo juicio a cualquier indemnización, "no quiero dinero, solo quiero que me dejen en paz". Una actitud que a la fiscal le sirvió para rechazar el argumento de los abogados de la defensa, que solicitaron la absolución por falta de pruebas, de que la víctima de violencia machista actúa llevada por motivos espurios, "deja constancia de que no le mueve el ánimo de ser resarcida". De hecho, la mujer reiteró durante el juicio que no quería denunciar ninguno de los dos episodios que vivió el 8 de diciembre de 2014, cuando tuvo que llamar a la Policía Nacional porque su excuñado y un amigo de su exmarido irrumpieron en su casa y le amenazaron para que solicitara a la juez que retirara la pulsera localizadora al primero, lo que motivó que el Servicio de Familia de la Comisaría emprendiera diligencias de oficio. El 21 de marzo tres individuos, uno de ellos por identificar, la agredieron brutalmente en plena calle, a la salida de su trabajo, la grabaron tendida en el suelo, herida, antes de abandonar el lugar, la calle de las Damas, suceso por el que la familia le obligó a acudir a la Comisaría de Zamora.

Los tres abogados de la defensa cuestionaron la veracidad de los hechos descritos por la presunta víctima, que la abogada de su exmarido llegó a calificar como "absurdez" de la mujer.