Dialogan entre ellos, sus miradas y su expresión corporal transmiten una conversación animada gracias al dominio del oficio que tiene Pedro Fernández Roales. El escultor zamorano ha realizado las esculturas de José María Fernández y José Antonio Muñoz Rojas, dos figuras culturales del siglo XX de Antequera, que desde hace unos días pueden contemplarse en una de las plazas más céntricas del municipio malagueño.

El artista zamorano ha planteado el grupo como un encuentro ficticio entre ambos creadores. "Esta conversación nunca tuvo lugar, pero me parecía interesante", describe el escultor.

Para la génesis del proyecto el artista recurrió a documentación existente sobre ambos personajes. En el caso del escritor y poeta José Antonio Muñoz Rojas, fallecido en 2009, había mucho más material; en tanto que para elaborar la pieza del artista, historiador y archivero José María Fernández, fallecido en el año 1947, el zamorano recurrió a una foto antigua. El primero era "un hombre más sencillo que en su escultura tiene una estética más informal, mientras que el segundo era un caballero que vestía siempre con traje y siguiendo los cánones de su época, por lo que le he situado con un sombrero y con unas gafas", concreta Fernández Roales.

El escultor atestigua que lo más complicado del diseño residió en la combinación de las dos estéticas y "en lograr que ambos se miren, que el espectador perciba que están manteniendo una conversación".

Para realzar ese diálogo el creador zamorano optó por situar a José María Fernández pidiéndole consejo al Premio Nacional de Poesía, que aparece con un ejemplar de libro "Las cosas del campo" entre sus dedos, sobre el traslado de una fuente de una plaza emblemática de Antequera al emplazamiento.

Este planteamiento, al que dio forma inicialmente a través de una serie de dibujos, contó con el visto bueno del Ayuntamiento de Antequera, por lo que el siguiente paso correspondió al modeado de los dos hombres en arcilla a tamaño natural para luego proceder al vaciado y la fundición en una firma especializada de Madrid.

"El arte sin tiempo" ha tenido una "extraordinaria acogida", comenta todavía sorprendido el escultor zamorano que en la ciudad de Antequera ya efectuado otras piezas. "Lo más gratificante es que el hijo de Muñoz Rojas ha visto reflejado perfectamente a su padre en el gesto de sus manos".

Pedro Fernández Roales estima que este encargo ha sido el más complicado que ha efectuado hasta el momento. "Porque las figuras tenían que ir sentadas sobre un banco ya existe y que ha tenido que ser adaptado". Pese al reto que suponía el conjunto "no he tenido presente lo que han hecho otros autores como Barrón, a quien admiro y que planteó dos figuras en diálogo en su "Nerón y Sécena"", precisa Pedro Fernández. Con la obra "El arte sin tiempo", encargada al artista desde el Ayuntamiento de Antequera, se unen a dos personajes importantes en la localidad malagueña y que pusieron su granito de arena en la literatura.