La proximidad de viviendas a los contenedores de residuos urbanos incendiados el día 31 de diciembre, antes de celebrarse la Nochevieja, agravaría el delito que se le imputará a los investigados por los hechos que afectaron de forma muy directa a dos fachadas de dos tiendas, una de ellas situada en la calle de Pablo Morillo, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Zamora, por el concejal del PSOE de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, que efectuó un balance de los daños la tarde del día del suceso.

La gravedad del delito viene dada por la existencia de viviendas ocupadas y el grave riesgo en que se coloca la integridad física y la vida de las personas, por lo que el Código Penal establece penas de prisión de hasta 20 años, en función del alcance del suceso.

El Código Penal indica que "los que provocaren un incendio que comporte un peligro para la vida o integridad física de las personas serán castigados con la pena de prisión de diez a veinte años. Los Jueces o Tribunales podrán imponer la pena inferior en grado atendidas la menor entidad del peligro causado y las demás circunstancias del hecho".

En el caso de que el fuego solo hubiera puesto en riesgo a personas, el delito se pena con multas, que se recogen en función de la entidad de los daños que se cause a los bienes afectados por las llamas.