La tasa de incidencia de la gripe continúa por segunda semana consecutiva por encima del umbral considerado epidemia y por primera vez en la temporada la red de vigilancia ha detectado la presencia de virus del tipo A en circulación, aunque continúan siendo predominantes los del tipo B, que han sido los que en mayor medida se han presentado hasta ahora.

La Red Centinela Sanitaria de Castilla y León publicó ayer el informe semana del programa de vigilancia de la gripe, que aprecia cierto estancamiento en el número de casos, que no han continuado una tendencia ascendente desde que sobrepasaran el umbral epidémico la semana anterior, pero tampoco han descendido, sino que aumentan sólo ligeramente, en una tendencia prácticamente estable.

La tasa de incidencia semanal de casos estimada es de 81,21 por cien mil habitantes, lo que se sitúa por encima del umbral de epidemia, fijado en 50 casos, aunque está aún lejos de una intensidad media, que se sitúa cuando se llega a los 250 casos. Una temporada con gripe intensa puede sobrepasar incluso los 400 casos por cien mil habitantes, como ha sucedido no hace tantos años.

La población más afectada por la epidemia de gripe siguen siendo los menores de 15 años. De hecho la tasa de incidencia acumulada por edad, entre los niños de cero a cuatro años, alcanza nada menos que en torno a 1.800 casos por cien mil habitantes. Y es muy elevada también en la edad de 5 a 14 años, con una tasa de 1.250 casos por cien mil habitantes. En el resto de las edades la incidencia es mucho menor y curiosamente, más baja a media que avanza la edad.

En este sentido hay que tener en cuenta que los casos acumulados se centran por abrumadora mayoría, en el colectivo de personas no vacunadas. El hecho de que la vacuna sea más frecuente entre los mayores de 65 años hace que estos grupos de población estén más protegidos frente a los virus de la enfermedad.

La persistencia del tiempo frió es un factor que facilita que continúe la epidemia. Este año ha llegado más pronto de lo habitual en las últimas temporadas, pero habrá que comprobar si se producirá un repunte hasta el máximo de casos o si éste llegará más tarde. En los últimos años el repunte de casos de gripe se da bien entrado el mes de enero.